Los mejores videos de la jornada electoral: Reacciones de Sánchez, Casado, Rivera, Abascal, Iglesias

Seis meses y 13 días (196 días) después el panorama político surgido de las urnas es aún más ingobernable. El PSOE ha ganado las elecciones con 120 escaños, tres menos que el 28 de abril; el PP ganó 22 y subió a 88; Vox más que duplicó su presencia con 52 diputados por 23 que tenía; Unidas Podemos retrocedió a los 35; y Ciudadanos se desplomó hasta los diez asientos en el Congreso, 47 menos que en abril. El bloque de nacionalistas, independentistas y regionalistas mejoró posiciones al contar con 43 escaños. Un panorama aún más inmanejable que el de hace seis meses y medio,

Pedro Sánchez (PSOE)

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, había decidido ya varias semanas antes que o el resto de partidos -con Unidas Podemos a la cabeza- le facilitaban un Ejecutivo en solitario o asumiría unas segundas elecciones. En Moncloa aseguraban tener sondeos que los catapultaban hasta los 140 escaños. Este 10N se quedó en 120, tres menos que el 28 de abril. Ninguna de las premisas con las que el secretario general del PSOE se lanzó a una nueva cita con las urnas se ha cumplido.

Pablo Casado (PP)

El PP se recuperó este 10N del batacazo de abril pero no alcanzaron los objetivos fijados. Es más el listón de los cien, que sí entraba en sus cálculos, ni lo atisbaron. Pablo Casado se quedó con una sonrisa de 'gioconda' aunque tiene el consuelo, además de la mejora propia, de que ya nadie le podrá discutir el liderazgo del centroderecha, y que el bloque de la derecha creció, alcanzó los 152 diputados, tres más. Con todo sigue por detrás de la izquierda porque la suma de PSOE, Unidas Podemos y Más País alcanza los 158 escaños. El empate a 43% en votos, décima arriba o abajo, sigue invariable.

Albert Rivera (Ciudadanos)

El 10 de noviembre quedará grabado en la historia de Ciudadanos como el día que el partido liberal firmó su certificado de defunción. Si el 28 de abril, los de Albert Rivera tocaron el cielo al quedarse a tan solo 0,8 puntos y nueve escaños del PP, siete meses después han bajado a los infiernos de golpe y sin anestesia. Los negros augurios demoscópicos se cumplieron este domingo y la formación naranja quedó relegada a sexta fuerza parlamentaria por detrás de Vox, Unidas Podemos y Esquerra Republicana. Por el camino se dejó casi tres millones de votos, 47 escaños y la salida de la mitad de la cúpula de Ciudadanos del palacio de la Carrera de San Jerónimo, empezando por el secretario general José Manuel Villegas. Una debacle sin paliativos que coloca a Rivera en el punto de mira y al partido al borde de la desaparición.

Santiago Abascal (Vox)

Santiago Abascal ha sido el gran triunfador. Vox, un partido fundado en 2013 y que no ha gestionada nada, se ha convertido en la tercera fuerza política. Ha ganado las elecciones en Murcia, y ha obtenido representación en todas las comunidades, salvo en el País Vasco, Galicia, Navarra y La Rioja. Fue un vendaval, aunque sopló con más fuerza en el sur. En Andalucía ha logrado 12 diputados, siete en Madrid y otros tantos en la Comunidad Valenciana, y once en las dos Castillas. En cinco territorios más de 60% de su representación.

Pablo Iglesias (Unidas Podemos)

"Las cosas importantes nunca salen a la primera", es el mantra que repitió en campaña el candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias. Ahora, a la segunda, lo tiene un poco más difícil todavía. En la formación morada confiaban en salir reforzados de las urnas este domingo para poder presionar a los socialistas de Pedro Sánchez a que se sentaran en la misma mesa a negociar un gobierno de coalición. Sin embargo, la repetición electoral propiciada por el nulo entendimiento entre ambas partes el pasado verano ha hecho mella en los resultados del partido, que pierde siete escaños respecto a las generales del 28-A y se ve obligado a jugar la nueva partida con 35 diputados.

Íñigo Errejón (Más País)

El experimento progresista transversal de Más País se quedó muy por debajo de las expectativas electorales con las que se presentó hace mes y medio. Íñigo Errejón regresó a la arena política estatal enarbolando el blasón del desbloqueo. El cofundador de Podemos confiaba en obtener un resultado que le hiciera clave en la negociación de un Gobierno tras las elecciones generales. Para ello, apeló al voto de los descontentos con mucho brío. Sin embargo, la esperanza de alcanzar los 15 diputados para consumar sus intenciones se desvanecieron este domingo tras conseguir sols tres escaños. Una cifra exigua que no le permite tener grupo propio en el Congreso ni ser decisivo en ningún escenario de pactos.