elecciones generales 10-n

Casado llega a las urnas inquieto por cómo afectará el alza de Vox a la remontada del PP

Durante ocho días de campaña, Casado ha recorrido 6.000 kilómetros y ha visitado hasta doce comunidades autónomas. El líder del PP ha repetido sin cesar que su partido es la "única garantía de desbloqueo".

El candidato del Partido Popular a la presidencia del Gobierno, Pablo Casado, ha acudido a Barcelona a celebrar una reunión con su equipo justo el día antes de las elecciones, es decir, en plena jornada de reflexión. Allí ha posado con un bebé ante la prensa.

El líder del PP y candidato a la Presidencia del Gobierno, Pablo Casado, llega a las urnas inquieto por la subida de Vox en la recta final de campaña y con la incertidumbre sobre cómo afectará a la remontada del Partido Popular en las elecciones de este domingo. Tras apelar en cada mitin al "voto patriótico", se aferra a que cale su mensaje de que solo votando a su partido se puede echar a Pedro Sánchez del Palacio de la Moncloa.

El fulgurante ascenso de Vox en el sprint final, asumido por otras formaciones políticas tras el debate electoral de los cinco principales candidatos, ha frenado las expectativas de crecimiento del Partido Popular, que cada vez ve más difícil romper la barrera de los cien escaños en las generales.

Por tanto, la euforia con la que el PP afrontó la precampaña se ha visto truncada en esta última etapa, ante el temor de que Vox ponga en riesgo su resultado en algunas provincias pequeñas y medianas. El partido de Abascal está logrando que su discurso en defensa de la unidad de España ante la situación en Cataluña o su rechazo a la exhumación de Francisco Franco penetre en más rincones.

Conscientes de esa subida de Vox, Casado ha dedicado sus últimos mítines a contraponer la "experiencia y fiabilidad" que ofrece el Partido Popular para afrontar la crisis económica y territorial en Cataluña frente a las "ocurrencias" de otros que apuestan por la política de "barra de bar". El último día de campaña, endureció el tono y atacó sin contemplaciones su posición a favor de suprimir el Estado Autonómicos y contra la Unión Europea.

Sin embargo, oficialmente el candidato del PP sostiene que su "único adversario" es Pedro Sánchez y habla de "empate técnico" con el PSOE. En las filas 'populares' subrayan también que el ascenso de Vox puede beneficiar en la suma del bloque de centro-derecha para desbancar al jefe del Ejecutivo en funciones.

Según explican estas fuentes del partido, con el desplome de Ciudadanos, la fragmentación del voto queda reducida principalmente a dos partidos y la formación que lidera Abascal podría capitalizar ahora más escaños en el reparto electoral que se aplica con la Ley D'Hondt.

Durante ocho días de campaña en los que se ha recorrido 6.000 kilómetros visitando hasta doce comunidades autónomas, Casado ha repetido sin cesar que el PP es la "única garantía de desbloqueo" y "alternativa viable" que puede sacar a España de la "parálisis" y "cambiar las cosas a mejor" con una "agenda para una nueva mayoría".

Con ese objetivo el presidente de los 'populares' ha pedido aglutinar el voto en el PP para "sacar a Sánchez" del Palacio de la Moncloa, advirtiendo además de que "Ciudadanos y Unidas Podemos ya han avisado de que investirían" al candidato socialista si gana las elecciones.

Además, Casado ha descartado de plano una coalición con el PSOE si vuelve a haber bloqueo y una posible abstención de su partido a Sánchez alegando que comparsas son otros" mientras que el PP es "la alternativa". "Con Sánchez no tenemos nada que hacer. El PP no va a facilitar su investidura. Somos lo opuesto a Pedro Sánchez", dijo el jueves en Valencia.

Como ya anunció su equipo de campaña, el PP ha cumplido el guión porque Cataluña y la crisis económica han sido los dos temas clave de los mitines de Casado. Así, ha recriminado al presidente del Gobierno que no aclare si va a pactar con los independentistas y le ha pedido explicaciones reiteradamente acerca del concepto de plurinacionalidad y si cree que Cataluña es una nación.

Y ante los llamamientos al boicot que han realizado los independentistas radicales para la jornada reflexión y la jornada electoral, Casado ha avisado a Sánchez que "será responsable directo" si no garantiza la libertad de los catalanes ante las elecciones de este domingo. Incluso ha acusado al presidente del Gobierno de hacer coincidir el 10-N con fallo del 'procés' "sabiendo que iba a haber episodios violentos para ver si sacaba unos cuantos escaños más".

En clave económica, el PP ha presumido de su experiencia de gestión ante las crisis económicas que España sufrió en el pasado y ha señalado --a tenor del aumento del paro en casi 100.000 personas en octubre y la rebajada de las previsiones de crecimiento de la Comisión Europea-- que ya hay "una crisis como la copa de un pino".

Casado ha atacado en sus actos electorales al jefe del Ejecutivo en funciones, al que presenta como una persona "egoísta" que solo buscó su "interés personal y partidista" al "forzar" la repetición de elecciones. Ha llegado a decir que Sánchez, que es "sinónimo de bloqueo", debe dimitir si saca un escaño menos en las elecciones del domingo.

También ha sacado pecho del equipo "experimentado" con el que concurre a las elecciones, entre los que figuran exministros como Elvira Rodríguez, Isabel García Tejerina o Ana Pastor. Sobre esta última anunció hace unos días que si gobierna volverá a ser ministra como ya lo fue con José María Aznar y Mariano Rajoy.

En su periplo por España, el candidato del PP a la Presidencia del Gobierno -que cree que salió airoso del debate a cinco- se ha centrado en aquellos feudos en los que el partido quiere recuperar posiciones, como Galicia, Valencia o Barcelona, pero sobre todo Madrid. En la Comunidad de Madrid el PP fue relegado a tercera fuerza en las generales de abril, después de PSOE y Ciudadanos y ahora lucha por recuperar la primera posición.

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