Casado ve posible gobernar y Sánchez le acusa de reforzar a la ultraderecha

Abascal ha acusado a Sánchez de "desenterrar los viejos odios de los españoles" y de hacerlo para intentar "tapar" la "emergencia social" que padecen muchos ciudadanos.

Pablo Casado en un acto este sábado en Galicia
Pablo Casado en un acto este sábado en Galicia
Efe

El líder del PP, Pablo Casado, ha sacado pecho en esta segunda jornada de campaña y cree que tiene opciones de desalojar de La Moncloa a Pedro Sánchez, quien por su parte ha arremetido contra los populares por no haber aislado a Vox y haber conseguido, por el contrario, hacer fuerte a la ultraderecha.

Sánchez ha vuelto este sábado al discurso más recurrente de su campaña de abril, el del temor a que haya un Gobierno apoyado en la ultraderecha, para pedir el voto al PSOE.

Por eso, en Valencia, ha cargado con dureza contra el PP al lamentar que la derecha española, en lugar de aislar a la ultraderecha, ha "unido" a ella "su destino".

En un acto en el que el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, ha advertido de que el 10 de noviembre solo hay una elección que hacer, entre "un gobierno socialista o un gobierno del PP con los franquistas", Sánchez ha ahondado en ese mensaje para reprochar a los populares sus alianzas con Vox.

Mientras, en la localidad pontevedresa de Lalín, Casado se ha mostrado más seguro que nunca de sus posibilidades, y ha presumido del "empate técnico" que, según ha asegurado, se da ya entre populares y socialistas.

Pedro Sánchez en Mislata
Pedro Sánchez en Mislata
Efe

Por eso, el líder del PP ha proclamado que tiene ya "las mismas opciones para gobernar" que Sánchez y ha señalado que puede "dialogar, negociar y pactar" como lo ha hecho el PP en ayuntamientos y comunidades.

Las llamadas a la movilización no han venido solo de los líderes de los dos principales partidos.

También las han hecho por parte de Ciudadanos y Podemos dirigentes de estos partidos aunque no sus líderes, ya que ni Albert Rivera ni Pablo Iglesias han protagonizado este sábado actos de campaña.

En Tarragona, la portavoz de Cs en el Congreso y candidata por Barcelona, inés Arrimadas, ha insistido en que hay que salir a votar el 10N porque se puede echar a Pedro Sánchez, al que ha avisado de que la repetición le va a salir mal.

"Erre que erre quería repetir elecciones, pero le digo una cosa, esto me huele a Andalucía", ha dicho la dirigente de Cs.

También en Cataluña ha estado la número dos de Podemos, Irene Montero, quien ha acusado a Sánchez de no haber cogido "nunca" el "toro por los cuernos" para resolver la crisis soberanista.

Cataluña será para Sánchez la "excusa" para pactar con el PP, ha dicho Montero en este acto insistiendo en la tesis de la gran coalición que repite la formación morada y que una y otra vez ha negado Pedro Sánchez.

Y desde Vox, el líder de ese partido, Santiago Abascal, también ha tenido un mensaje para el líder socialista. Ha acusado a Sánchez de "desenterrar los viejos odios de los españoles" y de hacerlo para intentar "tapar" la "emergencia social" que padecen muchos españoles y la "emergencia nacional" que se vive en Cataluña.

Ha habido en este segundo día de campaña una promesa postelectoral relevante, la que ha hecho Íñigo Errejón. El líder de Más País ha asegurado que dará un paso atrás si tras las elecciones no se logra conformar un gobierno progresista, y ha pedido a Pedro Sánchez y a Pablo Iglesias que hagan lo mismo.

"Si no estamos a la altura yo creo que todos deberíamos dar un paso atrás y dejar paso a gente que sepa", ha dicho Errejón.

Ha habido también un regreso, el del expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, quien en un acto en Antequera ha advertido de que España está "viviendo de las rentas de las políticas de otros gobiernos" pero ha advertido de que "la cosa empieza a no ir como nos gustaría". "De la herencia no se vive indefinidamente", ha recalcado.

Todo en una jornada en la que se ha conocido la resolución de la Junta Electoral de Barcelona de rechazar el recurso de JxCat y ERC pidiendo que se aplazara el acto del rey el lunes en Barcelona, porque como ha señalado el árbitro electoral, Felipe VI no tiene "adscripción política" y el evento -los Premios Princesa de Gerona- es institucional y no electoral.

A pesar de la resolución, el coordinador nacional de ERC, Pere Aragonés, ha acusado a los socialistas de "traer" al rey a Barcelona para "rematar" su campaña.

Y un día después del debate de los portavoces parlamentarios en TVE, siguen las reacciones al momento en el que, al finalizar dicho debate, Aitor Esteban (PNV), no quiso dar la mano a Iván Espinosa de los Monteros.

El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, ha advertido de que su partido no va a permitir que "manchen" su nombre quienes basan su discurso en el odio, los "herederos del franquismo". Y ha defendido que a los de Vox "no hay que darles la mano, hay que darles lecciones de lo que es este país, de dignidad y democracia".

Pero desde Vox, su líder, Santiago Abascal, ha publicado en redes una foto de dirigentes del PNV saludando a líderes abertzales con el mensaje: "(El PNV) es más de dar la mano a etarras". 

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