Los migrantes del Open Arms esperan su reubicación en Europa

El buque Audaz de la Armada española ya está fondeado junto a la isla italiana para recoger a los quince que España se ha comprometido a acoger.

Spanish warship Audaz arrives to collect some 15 migrants who had been on board the charity ship Open Arms, off the Italian island of Lampedusa, Italy August 23, 2019. REUTERS/Mauro Buccarello NO RESALES. NO ARCHIVES [[[REUTERS VOCENTO]]] EUROPE-MIGRANTS/ITALY-SPAIN
El barco militar está a la espera de recibir instrucciones.
Reuters

Los migrantes rescatados por el Open Arms y desembarcados en Lampedusa el 20 de agosto esperan conocer en qué país de la UE serán reubicados, mientras el buque Audaz de la Armada española ya está fondeado junto a la isla italiana para recoger a los quince que España se ha comprometido a acoger.

El barco militar está "a la espera de recibir instrucciones", según ha declarado a Efe el capitán de corbeta y comandante de la nave, Emilio Damiá Marqués.

"Ahora el buque se encuentra listo para recibir a las personas que tenemos que trasladar a territorio nacional. Estoy a la espera de instrucciones, en contacto directo con mi mando", ha señalado.

La partida de quince de estos migrantes a España es parte del acuerdo de reparto fijado por la Comisión Europea, en el que también participan Alemania, Francia (que se hará cargo de 40), Luxemburgo y Portugal.

El buque partió el martes de la base de Rota (Cádiz) con la misión de hacerse cargo de las personas rescatadas por el Open Arms y acompañar al barco al puerto de Palma de Mallorca.

Pero casi simultáneamente a su partida el fiscal de Agrigento (isla italiana de Sicilia) ordenó desembarcar a los 83 inmigrantes que quedaban a bordo del Open Arms y retener la nave humanitaria, en el marco de la investigación que ha abierto a instancias de la ONG por un delito de secuestro de personas y por omisión y negativa a actos de oficio contra miembros de la Administración.

Mientras, el barco de la ONG, tras el desembarco de los migrantes, navegó hasta Sicilia, donde el jueves fue inmovilizado por las autoridades italianas, tras comprobarse una serie de "anomalías graves", por lo que no podrá volver a navegar "hasta que se hayan corregido".

La ONG informó de que subsanará todas las anomalías de la embarcación con la mayor brevedad porque su intención es volver al Mediterráneo para seguir salvando vidas "tan pronto sean subsanadas y concluyan las diligencias dependientes de la Fiscalía de Agrigento".

La Guardia Costera subió a bordo para realizar una inspección y explicó en un comunicado que encontró "anomalías graves relacionadas con la seguridad de la navegación, el cumplimiento de la legislación sobre protección del medioambiente marino y la capacitación y familiarización de la tripulación con los procedimientos de emergencia proporcionados a bordo".

Por eso, el Open Arms no podrá salir del puerto siciliano del municipio de Porto Empedocle "hasta que se hayan corregido ".

Entretanto, el Gobierno de Malta confirmó este viernes que seis países europeos -Alemania, Francia, Irlanda, Luxemburgo, Portugal y Rumanía- acogerán a los 356 migrantes que están a bordo del barco humanitario Ocean Viking, fletado por Médicos Sin Fronteras (MSF) y SOS Méditerranée.

Entre los 356 migrantes hay 103 menores, la mayor parte no acompañados, pero ese buque es de mucho mayor tamaño y está mucho mejor acondicionado que el Open Arms para estas misiones, por lo que la crisis no ha sido tan acuciante.

El primer ministro maltés, Joseph Muscat, informó en las redes sociales de que, "tras un debate con la Comisión Europea y varios Estados miembros, a saber Francia y Alemania, Malta acordó ser parte de la solución para la parálisis del Ocean Viking, que cuenta con 356 personas a bordo, sin perjudicar su posición legal".

El mandatario explicó que Malta trasladará a estas personas a barcos de su Armada, fuera de aguas territoriales, y las llevarán "a tierra firme", donde serán reubicadas entre los seis mencionados países. "Ninguno quedará en Malta", apuntó el primer ministro.

El 21 de agosto, SOS Méditerranée advirtió de que la embarcación necesitaba una solución "rápida" para desembarcar a sus 356 inmigrantes -entre ellos 103 menores, la mayoría no acompañados- y evitar que la situación degenerara a bordo.

El Ocean Viking realizó cuatro rescates sucesivos entre el 9 y el 12 de agosto, y desde entonces esperaba, a una distancia equidistante de Italia y Malta, a que algún país europeo le autorizara un puerto en el que poder desembarcar a estas personas.

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