pactos postelectorales

Guerra de argumentos entre Sánchez e Iglesias para justificar sus posiciones

A solo seis días de que se celebre el debate de investidura, no hay visos de que los líderes del PSOE y Unidas Podemos vayan a acercar posturas. 

El presidente del gobierno Pedro Sánchez (i) y el líder de Podemos Pablo Iglesias, durante la nueva ronda de consultas
El presidente del gobierno Pedro Sánchez (i) y el líder de Podemos Pablo Iglesias, durante la nueva ronda de consultas
Efe

Cuando quedan solo seis días para el debate de investidura y no hay visos de que vaya a haber un nuevo acercamiento entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, los dirigentes del PSOE y de Unidas Podemos se han enzarzado este martes en una guerra de argumentos para justificar sus posiciones.

Los medios de comunicación les sirven a ambos como canal para enviarse mensajes, ya sean reproches mutuos por no ceder a las pretensiones del otro o peticiones para retomar el diálogo.

Si ayer fue el presidente del Gobierno en funciones quien en una entrevista en la Cadena Ser daba por rotas las negociaciones con Iglesias por convocar una consulta "trucada" a su militancia, este martes ha sido el líder de Podemos quien, en otra entrevista en la Sexta, ha asegurado que no tira la toalla, que aún ve posible el acuerdo y que está dispuesto a ceder.

Acto seguido, eso sí, Pablo Iglesias ha vuelto a defender estar en el Consejo de Ministros "a las órdenes" de Pedro Sánchez, porque cree que para que España tenga "el Gobierno más progresista de la historia" hay que "compartir el poder".

Este ha sido, en definitiva, otro día sin avances, y por eso han proliferado las declaraciones de dirigentes socialistas o miembros del Gobierno por un lado y de responsables de Podemos o de su órbita por el otro apoyando las tesis de sus respectivos líderes.

En palabras de la portavoz socialista, Adriana Lastra, Pablo Iglesias solo pretende imponer "su voluntad personal". Y si en una negociación "todos tienen que ceder" el líder de Unidas Podemos "no ha cedido nada" y solo ha querido "imponer personas y puestos".

Lastra ha sugerido incluso que lo que está ocurriendo "empieza a parecerse" a la "pinza" de los 90 -que según los socialistas había entre el PP e Izquierda Unida-, porque Iglesias está dispuesto a votar, junto a la derecha, contra Sánchez.

Antes han sido muchos los mensajes del Gobierno, como el de la portavoz, Isabel Celáa, para quien si Podemos acaba votando "no" a la investidura estará "renegando" de sí mismo y de su actuación como socio preferente de los socialistas en su último año.

Celáa ha pedido a Iglesias que renuncie a su consulta con preguntas "inducidas" como le han reprochado hasta miembros de Podemos, o al menos que "corrija su propia marcha" para poder seguir negociando.

Pero la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ni siquiera ha hablado de la posibilidad de retomar el diálogo con Podemos, y ha reconocido que Sánchez y su equipo tienen ya la vista puesta en el debate que se inicia el 22 de julio y en el discurso que el candidato dará para pedir la confianza del Congreso.

Calvo ha recalcado que Pablo Iglesias se ha pasado desde el inicio del diálogo "hablando de cargos y de puestos en el Consejo de Ministros", un comportamiento que "no es normal en democracia".

Hasta la ministra de Defensa, Margarita Robles, aprovechaba un acto de su departamento -la imposición de fajín de general del Ejército a la primera mujer que alcanza esta graduación- para recomendar a quienes solo se preocupan por los "personalismos" y por que su nombre aparezca en los medios o "algún destino" para que aprendan de las Fuerzas Armadas y de su trabajo en equipo.

Un día después de las palabras de Sánchez, Pablo Iglesias ha insistido en defender su posición.

El líder de Podemos aseguraba este mediodía que Sánchez nunca le ha dicho que quisiera vetarlo en el Consejo de Ministros. Y ha insistido en que él podría "jugar un papel" en dicho órgano.

Ha añadido, en cualquier caso, que si se vuelven a sentar a negociar él está dispuesto a "ceder", aunque no ha aclarado en qué.

A sus palabras se unen las de la portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Irene Montero, quien tras pedir al PSOE retomar la negociación "sin vetos ni líneas rojas" ha asegurado, al ser preguntada si Iglesias está dispuesto a renunciar a ser ministro, que también su partido iría sin líneas rojas a la mesa.

Las confluencias de Podemos también han pedido este martes en el Congreso que Sánchez se siente de nuevo a negociar con Iglesias en lugar de dar por roto el diálogo. "Es como si una pareja te deja antes de empezar a salir", ha ejemplificado la portavoz de Galicia en Común, Yolanda Díaz.

Pese a la ruptura de la negociación con Podemos, el PSOE ha seguido con sus contactos parlamentarios y esta tarde ha habido reunión de la portavoz socialista en el Congreso, Adriana Lastra, con el portavoz de ERC, Gabriel Rufián.

Un encuentro del que Rufián ha salido con un mensaje para Sánchez e Iglesias. A ambos les ha pedido "responsabilidad" y que "no se levanten de la mesa hasta el último minuto".

"No hay ningún ministerio o veto que merezca lo que está pasando", ha dicho el portavoz de Esquerra, para quien mucha gente fue a votar el 28 de abril "con la nariz tapada para frenar al fascismo" y es necesario que ahora no se les decepcione.

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