La Policía Científica roza la igualdad: el laboratorio se llena de mujeres

287 policías pertenecen a alguna de sus cinco unidades especializadas: Identificación, Criminalística, Análisis Científicos, Coordinación Operativa e Investigación Científica y Técnica. 169 son hombres y el resto, un 41,2 por ciento, mujeres de todas las escalas.

Pilar, Isabel, Laura y Begoña son cuatro de las 118 policías que trabajan en la Comisaría General de Policía Científica, una unidad que cumple 25 años y que está a punto de presumir de ser el primer servicio central del cuerpo con paridad entre hombres y mujeres.

287 policías pertenecen a alguna de sus cinco unidades especializadas: Identificación, Criminalística, Análisis Científicos, Coordinación Operativa e Investigación Científica y Técnica. 169 son hombres y el resto, un 41,2 por ciento, mujeres de todas las escalas.

Cuando este año se cumplen los 40 años de la incorporación de la mujer la Policía Nacional y las bodas de plata de esta comisaría general, cuatro de sus agentes hablan con Efe de su experiencia y trayectoria en una institución en que las mujeres policía son ya más de 9.000, más del 14 por ciento de la plantilla.

Begoña Sánchez ascenderá el año que viene a comisaria después de 23 años en el cuerpo, más de la mitad en Científica. "Yo no conocía la Policía, fue la carrera de Químicas la que me trajo hasta ella", relata mientras recuerda que fue una visita a esta unidad la que despertó su gusanillo por el trabajo policial.

Inspectora jefa de la sección de lofoscópica, se muestra convencida de que es la formación en ciencias la que ha atraído a mujeres como ella a la Policía.

"Somos muchas mujeres en la ciencia", coincide la inspectora Isabel Martínez de Yuso, también licenciada en Químicas. Su unidad, la de Análisis Científicos, ya cuenta con más mujeres que hombres.

Veinte años en la Policía, once de ellos en Científica, y no tiene respuesta de por qué ha acabado vistiendo un uniforme azul y haciendo perfiles genéticos con muestras de ADN. "Nunca se me había pasado por la cabeza, no sé por qué me presenté, creo que estaba predestinada", dice.

Laura Fonseca se veía muy joven para dejar de estudiar tras terminar Trabajo Social. Se fue a Alicante a probar con Criminología y allí muchos de sus compañeros, agentes del cuerpo, la animaron a hacerse poli. Con 35 años, diez en el cuerpo, lo tiene claro: "Es el mejor trabajo del mundo".

Ya lleva tres años "entregada" al trabajo de Balística, a estudiar al milímetro las marcas de cada vaina y bala que participan en un hecho delictivo para cotejarlas y descubrir desde qué arma fueron disparadas. Cada una deja unas "lesiones" concretas y seguir su rastro puede llevar al autor del delito en cualquier parte del mundo.

Pilar Santiago también está de celebración. Como la comisaría general de Científica, ella cumple 25 años como Policía Nacional y suma ya 15 en esta unidad, de la que ahora es jefe del laboratorio de Química.

De formación también química, entró en la institución porque era una buena forma de poner en práctica sus conocimientos, un atractivo que motiva a la mayoría de mujeres de la Científica que estudiaron ramas de Ciencias como física, químicas o alguna ingeniería.

Todas aseguran que en la Policía no existe brecha salarial y sí igualdad de oportunidades y de ascensos. "Qué duda cabe que en Científica se puede conciliar mejor que en una unidad de Judicial", admite Begoña, aunque también están disponibles cuando ocurren catástrofes o hechos delictivos relevantes. 

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