Elvis O., Guss A. y JH Henry B., de entre 20 y 28 años y origen sudamericano, miembros de la llamada 'Manada' de Bilbao, permanecerán en prisión provisional hasta que la sentencia sea firme y no podrán acceder a beneficios penitenciarios hasta cumplida la mitad de la pena, a diferencia de sus cinco homónimos de Pamplona, que esperan el fallo del Tribunal Supremo en libertad provisional.

La Sección Sexta de la Audiencia de Vizcaya les ha condenado a trece años de cárcel a cada uno como autores de un delito de abuso sexual con acceso carnal sobre una joven de 18 años en un 'vending' del barrio bilbaíno de Solokoetxe en enero de 2017, y de otro de revelación de secreto al haber grabado la escena con el móvil y después difundirla en redes sociales. A uno de los acusados le impone medio año más de pena por entender que fue el autor del vídeo, que luego envió a dos contactos de WhatsApp.

La sentencia impone la horquilla máxima del delito contra la libertad sexual (de 4 a 10 años) porque actuaron en grupo y la obligaron a mantener relaciones sexuales por vía anal, vaginal y oral, con dos de los varones a la vez, y después con el tercero. El tribunal rechaza, sin embargo, considerarles también coautores o cooperadores necesarios del delito de los otros dos, tal como pedían la Fiscalía y la acusación particular, que elevaban sus peticiones de pena hasta los 80 y 100 años de cárcel en total, respectivamente. En ningún momento del procedimiento se calificaron los hechos como agresión sexual, ya que no existió violencia.

Aun así, la condena ha resultado más abultada que la de 'La Manada' de Pamplona. Los cinco jóvenes sevillanos fueron castigados a nueve años de prisión por abuso sexual, pero no por el vídeo que también grabaron y luego distribuyeron, ya que las acusaciones no incluyeron a tiempo este último delito.

El Supremo fija la fecha de la vista de los recursos contra la sentencia de la Manada