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El Congreso redujo la mayoría absoluta en 1989 para la investidura de Felipe González al no estar los 350 diputados

Los letrados preparan un informe para ver si hay que rebajarla otra vez por la suspensión de los cuatro diputados presos del 'procés'.

Felipe González en una imagen de archivo.
Felipe González en una imagen de archivo.
Efe

El Congreso de los Diputados ya rebajó la mayoría absoluta en 1989 para la investidura de Felipe González por no estar la Cámara al completo, un escenario que podría volver a ocurrir este año después de que la Mesa del Congreso haya acordado la suspensión de funciones de los cuatro diputados procesados por rebelión y en situación de prisión preventiva.

La Mesa que preside Meritxell Batet ha acordado este viernes pedir un informe jurídico sobre las consecuencias que puede tener en la Cámara, y especialmente en lo relativo a la toma decisiones por mayoría, el hecho de no tener a los 350 diputados en plenitud de funciones.

Si renuncian al escaño, se acaba el debate

Si los cuatro diputados suspendidos renuncian al escaño y son sustituidos por los siguientes en la lista, el tema se resolvería y no habría consecuencias. Parece que Oriol Junqueras, que también se presenta de cabeza de lista de ERC a las europeas, podría renunciar al escaño en el Congreso, incompatible con el de Estrasburgo, pero desde Junts per Catalunya (JxCAT) vienen insistiendo en que Jordi Sànchez, Josep Rull y Jordi Turull no tienen intención de abandonar voluntariamente.

La Mesa del Congreso debe determinar el número de "miembros de derecho de la Cámara" durante el tiempo que dure la suspensión, a los efectos del cómputo de la mayoría absoluta, así como para la determinación de la composición de las comisiones parlamentarias y los distintos órganos y para la fijación de cupos para el debate de iniciativas o de preguntas orales a los miembros del Gobierno.

Sobre esos puntos deberán pronunciarse los letrados de la Cámara. Respecto a la mayoría absoluta (la mitad más uno), que en situación normal está fijada en 176 diputados, la Mesa de la Cámara podría decidir bajarla a 174 diputados, ya fueran tres o cuatro los que se mantuvieran suspendidos sin ser relevados (con 346 o 347 diputados con derecho a voto, la mitad más uno de la Cámara sigue siendo 174).

Bajar ese umbral, aunque sea por dos escaños, tiene su relevancia política para la sesión de investidura de Pedro Sánchez, máxime cuando el PSOE logró sumar 175 votos sin contar con formaciones independentistas para la elección de Batet como presidenta del Congreso. En concreto, la diputada socialista reunió a favor de su candidatura al PSOE, Unidas Podemos, PNV, Coalición Canaria (CC), Compromís y el Partido Regionalista de Cantabria (PRC).

Si esa alianza se repitiera tras el debate de investidura, Pedro Sánchez habría superado la mayoría absoluta rebajada y podría ser proclamado en primera votación, y el voto de los independentistas de ERC y de Junts resultaría irrelevante. 

PP y Cs se oponen a la rebaja

De momento el PP y Ciudadanos ya han mostrado su oposición a que la Mesa del Congreso rebaje la mayoría absoluta. Teodoro García Egea, secretario general del PP, rechaza que por "una carambola" se pueda facilitar a Sánchez el camino a la reelección, mientras que José Manuel Villegas, de Ciudadanos, asegura que si ERC y Junts quieren tener todos sus votos, deberán relevar a los diputados suspendidos.

El informe de los letrados, que se espera para la próxima semana, deberá dar respuesta a estos interrogantes, y en su contenido tendrán especial relevancia los antecedentes, que son favorables a reajustar la composición de la cámara.

El principal precedente data de 1989, tras las terceras elecciones generales que ganó el socialista Felipe González y que fueron recurridas por el PP en una serie de provincias. La Cámara no pudo constituirse con todos los diputados porque 18 electos no fueron proclamados a la espera de la decisión judicial sobre los comicios y otros cuatro, de Herri Batasuna, no llegaron a asumir plenamente la condición de parlamentarios por haber acatado la Constitución "por imperativo legal", lo que no fue aceptado por el entonces presidente, el socialista Félix Pons. 

González se sometió a una cuestión de confianza

Se llegó a la investidura con 332 diputados en pleno ejercicio, excluyendo a los 18 diputados que estaban pendientes de los recursos judiciales sobre los comicios. A los cuatro de HB, que pleiteaban para que se aceptara su fórmula de acatamiento "por imperativo legal", se les consideraba diputados "ausentes".

Según indicó en el Pleno el entonces presidente de la Cámara, la mayoría absoluta se rebajó a los 167 diputados, que fueron justo los que logró González para superar la votación al primer intento. Eso sí, el líder socialista prometió someterse a una cuestión de confianza en cuanto la Cámara estuviese al completo. Los cuatro diputados de Herri Batasuna no llegaron a volver a la Cámara y González mandó el resto de legislatura con 175 diputados.

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