Asesinado a machetazos un misionero salesiano español en Burkina Faso

Fernando Hernández fue atacado por un antiguo cocinero del centro Don Bosco de la ciudad de Bobo-Dioulasso.

La muerte de Fernando Hernández Sánchez, de 60 años, se produjo el viernes al mediodía, en el centro Don Bosco de la ciudad de Bobo-Dioulasso
La muerte de Fernando Hernández Sánchez, de 60 años, se produjo el viernes al mediodía, en el centro Don Bosco de la ciudad de Bobo-Dioulasso
ANNE MIMAULT

La familia salesiana de Gipuzkoa está de luto. Sus miembros lloran la muerte de Fernando Hernández Sánchez, el sacerdote de Urnieta asesinado el viernes en Burkina Faso donde estaba destinado. "Estamos consternados por lo que ha sucedido. Es el segundo miembro de nuestra orden que fallece de forma violenta en los últimos tres meses", manifestó ayer Ángel Miranda, director de la congregación de Urnieta en la que el padre Fernando se formó.

Las últimas horas en esta sede guipuzcoana, en la que residen cinco sacerdotes, han sido convulsas. Desde que recibieron la trágica noticia del asesinato, el teléfono casi no deja de sonar y el director apenas tiene tiempo para atender todas las demandas. "Ahora mismo estamos tramitando una documentación para que alguno de los hermanos del compañero fallecido pueda viajar a Burkina Faso para asistir al funeral", explicó Miranda a primera hora de ayer.

El director de la escuela profesional solo encuentra palabras para ensalzar la labor que realizaba el sacerdote asesinado, de quien dice que "ha dedicado toda su vida a trabajar por África. Desde que se ordenó sacerdote, su destino ha estado siempre estrechamente ligado a este continente; Benin, Togo y Burkina Faso han sido los países en los que ha desarrollado su labor misionera", indicó.

La muerte de Fernando Hernández Sánchez, de 60 años, se produjo el viernes al mediodía, en el centro Don Bosco de la ciudad de Bobo-Dioulasso, la segunda urbe más grande de Burkina Faso, ubicada en la parte suroeste del país, en la provincia de Houet, a unos 300 kilómetros al oeste de la capital Ouagadougou. El religioso sufrió a la hora del almuerzo múltiples heridas por arma blanca provocadas por un antiguo cocinero, Toe Hamadou, empleado de la obra durante siete años y que había sido despedido hacía dos meses. Fue un acto de venganza.

El autor del ataque, que iba armado con un machete, no solo agredió al padre Hernández sino que también hirió a otro salesiano presente, el tologés Germain Plakoo-Mlapa, que sufrió lesiones de carácter grave de las que, sin embargo, parece estar evolucionando de forma favorable.

Se da la circunstancia de que este mismo sacerdote presenció el asesinato hace tres meses del miembro de la misma comunidad Antonio César Fernández, que fue tiroteado en un atentado yihadista en la provincia de Boulgou, en el que también fallecieron cinco funcionarios de aduana locales.

Tras el ataque del viernes, el autor fue detenido por las fuerzas de seguridad de la ciudad que, asimismo, impidieron que fuera linchado por estudiantes del centro que llegaron incluso a zarandear el vehículo donde se refugió y con el que pretendía darse a la fuga.

Vicario y ecónomo

La obra salesiana de Bobo-Dioulasso, donde el misionero asesinado era vicario y ecónomo, atiende un prenoviciado, una parroquia, un oratorio, una escuela profesional y una casa de acogida. La comunidad está presente en dicha ciudad desde 1994, con un proyecto que se desarrolla de forma coordinada en tres localizaciones: un centro de atención para chicos y chicas de la calle, un centro de alfabetización y un centro de formación profesional con más de 300 alumnos.

La noticia del asesinato ha causado gran consternación en todo el mundo salesiano. Fuentes de esta comunidad religiosa indicaron que Fernando Hernández, nacido el 8 de abril de 1959, era natural de Ledesma (Salamanca) pero cursó estudios de Formación Profesional en Urnieta, adonde su familia emigró cuando él era joven. Posteriormente, "respondiendo a la vocación salesiana", cursó estudios de Filosofía y Teología. Se ordenó sacerdote en Santander y enseguida fue enviado a Benin como misionero.

Su vida ha estado ligada al desarrollo de las diferentes obras de la Inspectoría Salesiana de África Occidental Francófona (AFO), en las que ha trabajado por el impulso de la formación profesional. Como expresan algunos de sus compañeros. "Era un sacerdote con formación técnica, un perfil muy interesante para el trabajo que se realizaba en los lugares a los que ha sido destinado por ser la formación profesional el motor del desarrollo para los jóvenes estudiantes y su entorno".

El funeral y posterior sepelio se celebrarán en el propio país africano, tal y como el propio Fernando Hernández había expresado en repetidas ocasiones. "Tras el asesinato hace tres de meses del padre César Antonio, Fernando había manifestado en su entorno más próximo su deseo de en que el caso de que le sucediera algo similar fuese inhumado en allí donde ejercía su labor", explica Ángel Miranda.

Viaje de familiares

Hasta Burkina Faso se desplazarán en las próximas horas desde Urnieta y Ledesma algunos de sus familiares acompañados por miembros de la orden religiosa.

La congregación salesiana expresó su "profundo dolor" por esta "trágica muerte" y a la vez que manifestó su deseo de "estar cerca de su familia y de los hermanos de su comunidad". Al mismo tiempo, condenó toda forma de violencia y se reafirmó en su "voluntad de seguir trabajando en estos países africanos, especialmente con la educación y evangelización de los jóvenes, para contribuir a su pleno desarrollo".

Ángel Fernández Artime, rector mayor de los Salesianos en España, calificó de "cruel" el ataque sufrido por los dos misioneros de los que dijo "han vivido amando profundamente al pueblo africano, a los jóvenes africanos y buscando su bien".

"Solo puedo anclarme en la fe en el Señor, hacer silencio y orar para que transforme en vida y en bien para el pueblo africano, y para todos los pueblos, esta sangre de mártires derramada cruel e inocentemente", añadió.

Concentración en Urnieta

El Ayuntamiento de Urnieta condenó el asesinato y llamó a los vecinos a secundar la concentración de protesta que se celebrará mañana, a las 19.00 horas, en el municipio. En una declaración institucional apoyada por todos los grupos municipales -PNV, EH Bildu y PSE- el consistorio manifestó su "más firme condena por el asesinato" y trasladó su "apoyo, solidaridad y cariño" a la familia y amigos de la víctima" así como a los salesianos de Urnieta, "en este momento de gran dolor que están viviendo".

El diputado foral Denis Itxaso también expresó sus condolencias y solidaridad con la comunidad religiosa y la familia del padre asesinado, al igual que Fernando San Martín, director foral de Cooperación de Gipuzkoa. También trasladó su pésame el delegado del Gobierno en Euskadi, Jesús Loza, y el subdelegado en Gipuzkoa, Guillermo Echenique. Ambos quedaron a disposición de lo que la familia necesitase.

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