Atrapan a punto de embarcar en un avión al ecuatoriano que asfixió a su exnovia en Murcia
El presunto homicida fue capturado cuando ya había facturado la maleta y se disponía a coger en Alicante un avión para huir a su país.
Sus compañeras del almacén Agromediterránea se extrañaron al no verla en su puesto. No era habitual que María Lourdes Mantilla, la mujer presuntamente asesinada por su expareja en Torre Pacheco (Murcia), faltara al trabajo sin avisar. Tras varias horas sin que diese señales de vida, el jueves, avisaron a la Guardia Civil y denunciaron su desaparición.
Los agentes entraron en su casa y hallaron el cadáver, desnudo, tapado hasta la mitad con una sábana y con una rosa sobre el pecho. Llevaba varias horas muerta. Uno de los sobrinos de la víctima, que accedió junto a los policías a la vivienda a través de una ventana, pudo observar que tenía golpes en la cara y en el pecho. "Le pregunté al guardia civil si respiraba y me dijo que no", relata el familiar, incapaz de recordar el momento del hallazgo sin romper a llorar. Los primeros indicios apuntan a que María Lourdes, la víctima mortal número 20 de la violencia machista en lo que va de año, murió estrangulada por su exnovio.
El presunto asesino, M. V., de 39 años, también ecuatoriano, fue arrestado muy poco después en el aeropuerto de Alicante, cuando trataba de huir a su país. Gracias a la rápida actuación de los investigadores la detención pudo llevarse a cabo antes de que culminase la fuga. Fue capturado en la terminal cuando ya había facturado su equipaje.
María Lourdes llevaba tiempo queriendo liquidar la relación, algo que el hombre no aceptaba. Sus amigas y familiares aseguran que la acosaba, la perseguía y le presionaba para no dejarlo. Una vecina y compañera de trabajo explicó que los fines de semana las discusiones entre la pareja eran constantes.
La víctima ya denunció a su pareja por malos tratos hace diez años, aunque las medidas de protección que se tomaron en su día ya habían concluido, según fuentes cercanas a la investigación.
María Lourdes llegó a Torre Pacheco hace diez años, casi los mismos que llevaba como pareja con M. V.. Tras una década en el municipio murciano se había integrado en la vida local, sobre todo en la celebración de las fiestas de la Virgen del Rosario, de las que disfrutaba como una pachequera más. La mujer llegó como tantos compatriotas para labrarse un futuro y enviar dinero a su familia, especialmente a su hijo, de 20 años, que estudiaba una carrera universitaria y que solo hace un mes falleció atropellado en Ecuador.
