El tribunal exime a Aragonès de declarar como testigo en el juicio por el procés

El vicepresidente de la Generalitat ha manifestado su intención de no declarar acogiéndose a este derecho como investigado en otro procedimiento, el de la organización del referéndum ilegal. 

El tribunal exime a Aragonès de declarar como testigo en el juicio por el procés
El vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonés, a su llegada al Tribunal Supremo.
EFE/Emilio Naranjo

El tribunal que juzga el 'procés' independentista ha eximido este martes de comparecer como testigo al vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, después de que éste manifestase su intención de no declarar, acogiéndose a este derecho como investigado en otro procedimiento, el relativo a la organización del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.

El presidente del tribunal, el magistrado Manuel Marchena, ha afirmado que Aragonès se encuentra en una situación en la que no existe una "imputación formal" contra él aunque el Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona, que investiga los preparativos del 1-O, haya elevado una exposición razonada al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, debido a su condición de aforado. "Puede dibujar un escenario en el que usted tenga interés en no declarar", ha añadido.

Con todo ello, el 'número dos' de la Generalitat ha manifestado su "deseo" para no contestar a las preguntas que le puedan formular las distintas partes, entre ellas la acusación popular ejercida por Vox que ha solicitado su testifical, por su condición de investigado.

A su salida del Tribunal Supremo, ha declarado a los medios que "el fraccionamiento de la causa y el hecho de que mismos hechos estén siendo juzgados en varios tribunales evidencia el carácter político de esta causa". "Es una causa motivada políticamente, se intenta enjuiciar un programa político y una posición política a favor de la independencia de Cataluña", ha señalado.

A renglón seguido, ha defendido esa ruptura. "Estamos convencidos de que la independencia de Cataluña es lo mejor que le puede pasar e nuestro país para administrar sus recursos y tomar sus decisiones como una sociedad adulta", ha asegurado.

Por otra parte, preguntado por el debate electoral celebrado este lunes en Radio Televisión Española, Aragonés se ha limitado a criticar la ausencia de Oriol Junqueras, candidato por ERC y en prisión provisional mientras se le juzga por rebelión. "Es una muestra de cómo se entiende la pluralidad política en el Estado", ha lamentado.

Jané dejó el Govern ante una posible "situación de no acuerdo" con el Estado

Por su parte, el exconseller de Interior Jordi Jané ha asegurado este martes que el Govern nunca se planteó "ningún tipo de escenario en el que los Mossos se apartaran de la legalidad", pero ha admitido que dimitió en julio de 2017 ante la posibilidad de una futura "situación de no acuerdo" con el Estado.

En su declaración como testigo ante el Tribunal Supremo en el juicio del "procés", Jané ha dado cuenta este martes de las razones por las que el 14 de julio de 2017 abandonó la consellería de Interior, en la última remodelación del gobierno que emprendió el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, apenas meses antes del 1-O.

Tras evocar la "dedicación tan intensa" que le requería el cargo de conseller de Interior, Jané ha explicado que decidió dejar el Govern al entender que había "finalizado una etapa" como conseller porque se habían cumplido varios objetivos que se había marcado al principio de su mandato, entre ellos la celebración de la Junta de Seguridad de Cataluña -que llevaba ocho años sin reunirse- y la convocatoria de 500 nuevas plazas de Mossos d'Esquadra.

Paralelamente, ha argumentado Jané, la salida del Govern el 3 de julio de 2017 del exconseller de Empresa Jordi Baiget -con quien ha dicho mantiene desde hace años una "relación estrecha y de amistad"- le hizo pensar que existía "una cierta posibilidad de cambio" en el ejecutivo catalán.

En ese sentido, ha reconocido que optó por no seguir en el Govern "ante la eventualidad de que en un futuro no haya un contexto de acuerdo" en el conflicto catalán, aunque ha insistido en que el ejecutivo del que formó parte siempre defendió "la vía del diálogo para encontrar una solución pactada".

Preguntado sobre si llegó a plantearse que el Govern convocara unilateralmente un referéndum, Jané ha confesado que siempre pensó "que se llegaría a algún acuerdo antes", porque "lo que estaba sobre la mesa era intentar por todos los medios una solución acordada".

El exconseller ha restado importancia al acto para anunciar la fecha y la pregunta del referéndum, que se hizo cuando aún estaba en el ejecutivo: "en ocasiones se hacen presentaciones sin valor jurídico ni publicación oficial alguna en el marco de una búsqueda de futuros acuerdos", ha dicho.

Según Jané, la remodelación del Govern de julio de 2017 no supuso ningún cambio de criterio respecto al papel de los Mossos d'Esquadra y "en todo momento" tanto Puigdemont como el exvicepreisdente Oriol Junqueras como el resto de consellers "respetaron" que el cuerpo de la policía catalana "está para cumplir la ley y hacerla cumplir".

"Se tenía absolutamente claro en el gobierno del que formé parte, nunca nadie la discutió", ha añadido Jané, que ha recalcado que ante las peticiones de dimisión e incluso amenazas que recibió por actuaciones de los Mossos como policía judicial se sintió siempre "respaldado" por el Govern en esa "posición inalterable".

"Los Mossos no pueden cumplir una orden contraria a la Constitución o a las leyes, por lo tanto nunca se planteó ningún tipo de escenario en que los Mossos se apartaran de la legalidad vigente. Ni yo lo hubiera permitido", ha recalcado.

A preguntas del abogado Xavier Melero, Jané ha destacado que, cuando dejó el departamento de Interior, Trapero ya era mayor de los Mossos, junto al resto de comisarios de la Prefectura que siguieron en la cúpula hasta después del 1-O, porque su sustituto, Joaquim Forn, no introdujo cambios en la estructura: "era un gran equipo, muy buen equipo y yo vi que en gran medida continuaba".

De hecho, ha resaltado que el único cambio en la cúpula de Interior con la llegada de Forn fue obligado, tras la renuncia del director de los Mossos Albert Batlle, que fue sustituido por Pere Soler -pendiente de ser juzgado junto a Trapero en la Audiencia Nacional-, un nombre que propuso el propio Jané.

El exconseller de Interior ha subrayado que la cúpula de los Mossos no le trasladó ninguna preocupación tras su dimisión, ni él tampoco lo hizo a los mandos policiales, pese a que Trapero sostuvo en su interrogatorio en el Supremo que creía que había dimitido para no correr "ningún tipo de riesgo" por la "deriva política" del Govern, ante la que ambos se sentía "incómodos"

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