Cárcel, hospital o cementerio, destinos del infractor en Semana Santa, según la DGT

Tráfico recuerda en su nueva campaña, con imágenes reales, las consecuencias del alcohol, la velocidad o de contestar un mensaje de móvil al volante.

El hospital, la cárcel o el cementerio

La Dirección General de Tráfico (DGT) creado el 'top vacacional' con los tres destinos más populares en los que pueden acabar los infractores durante las vacaciones de Semana Santa: la cárcel, el hospital o el cementerio. No se trata de una broma de mal gusto, sino la nueva campaña de concienciación que pone en marcha Pere Navarro como responsable del organismo para tratar de frenar la siniestralidad.

Un exceso de velocidad, una última copa de alcohol o contestar un mensaje de WhatsApp al volante pueden llevar al hospital, a la cárcel o directamente al cementerio. Para explicar ese 'top vacacional' de destinos para los impruedentes e infractores al volante la DGT cuenta con tres anuncios de televisión en los que, con cierta ironía, vuelve al realismo más duro en las imágenes. Los anuncios han sido grabados en escenarios de verdad, sin emplear recreacciones o a especialistas, para mostrar las consecuencias y resultados de esas imprudencias.

En la misma línea de estos siempre efectivos anuncios para la concienciación, la DGT ha preparado para los medios digitales y redes sociales varias películas de diferente duración en las que los distintos profesionales que trabajan en el hospital, la cárcel o el cementerio van contando detalles de su trabajo diario. Todas estas piezas se pueden ver en el la web creada al efecto www.topvacacional.es. Además para seguir todas las informaciones que se generen en Twitter se ha creado la etiqueta #TopVacacional.

Más coches camuflados

La DGT mira con preocupación las próximas vacaciones, en las que se esperan unos 15,5 millones de despalzamientos de largo recorrido y probablemente se producirán con una climatología bastante adversa -lluvia e incluso nieve-. El año pasado fallecieron en estas vacaciones 31 personas y 159 resultaron heridas.

Pere Navarro se mostró este martes confiado en que pueda producirse una reducción de la siniestralidad, sobre todo tras la reducción a 90 km/h de la velocidad máxima en las carreteras convecionales y el despligue de vigilancia que pretende realizar el organismo. A los 742 radares fijos, los 62 de tramo y los 557 móviles -incluido un camión- se suman diez helicópteros -con el radar 'Pegasus'-, ocho drones y 216 cámaras que controlan el uso del cinturón de seguridad.

Además, la DGT advierte que junto a los habituales controles de drogas y alcohol estarán presentes en las carreteras otros 264 coches camuflados de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil que se harán cargo de las imprudencias y del uso del móvil al volante. "La seguridad vial descansa en la vigilancia y el control, a más, debería haber menos accidentes", ha apostillado Navarro, especialmente preocupado por la siniestralidad de motoristas y ciclistas.

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