Eutanasia

El zaragozano que ayudó a su madre a morir y otros casos similares en España

La Asociación Derecho a Morir Dignamente considera la de Zaragoza la única sentencia de un familiar condenado por ayudar a suicidarse a una persona en España.

Los cuidados paliativos son la atención total al enfermo.
Los cuidados paliativos son la atención total al enfermo.
María Torres-Solanot / HERALDO

El tema de la eutanasia y la asistencia al suicidio a vuelto a saltar a la palestra esta semana tras darse a conocer la detención de un hombre en Madrid por ayudar a suicidarse a su mujer, María José Carrasco, que sufría esclerosis múltiple desde 1989 y llevaba años pidiendo ayuda para suicidarse. 

En España ya ha habido otros casos similares. El más claro, además, sucedió aquí en Aragón. En 2016 la Audiencia Provincial de Zaragoza condenó a dos años de prisión al joven Ignacio Sánchez Olaso por ayudar a su madre enferma a suicidarse. La Fiscalía pedía para él una condena de seis años de prisión.

En este caso, se aplicaron atenuantes de confesión y parentesco. La mujer había pasado diez años sin salir de casa y no recibía tratamiento porque padecía una enfermedad que le provocaba una paranoia con ideaciones persecutorias sobre todo de los médicos. La Asociación Derecho a Morir Dignamente considera ésta la única sentencia de un familiar condenado por ayudar a suicidarse a una persona en España.

Hay otras resoluciones judiciales que no afectan a familiares. El médico Marcos Ariel Hourmann fue condenado por la Audiencia de Tarragona a un año de prisión y a inhabilitación para ejercer la medicina por ayudar a morir a una enferma terminal. Su caso -que se saldó con un acuerdo con la Fiscalía- ha llegado este año al teatro para concienciar sobre la despenalización de la eutanasia.

En Barcelona, en 2012, un asesor psicológico fue condenado a tres años de cárcel por ayudar a suicidarse a un enfermo con depresión, al que incluso facilitó la heroína de extrema pureza que acabó con su vida de una sobredosis en febrero de 2010.

Un médico miembro de la asociación Derecho a Morir Dignamente en Madrid y una voluntaria de Encasa Cuidados Paliativos fueron acusados de ayudar a suicidarse a una mujer de Avilés (Asturias) en mayo de 2012 y de intentarlo con un hombre de Cádiz dos meses después. En 2016 fueron condenados y aceptaron una pena de dos años de prisión y seis meses de multa.

La Justicia absolvió al doctor Luis Montes por las presuntas sedaciones ilegales en el hospital de Leganés, en tanto que Ramona Maneiro confesó tras la prescripción del delito haber sido ella quien ayudó a morir al tetrapléjico gallego Ramón Sampedro en 1998, tras ingerir un preparado de cianuro.

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