juicio del procés

El número dos de los Mossos el 1-O rebate el operativo

Tales son las contradicciones sobre el dispositivo, que la defensa del exconseller Forn ha pedido un careo ante las divergencias entre la declaración de López y la del coronel.

El jefe de los Mossos d'Esquadra, Ferrán López, a su salida del Supremo
El jefe de los Mossos d'Esquadra, Ferrán López, a su salida del Supremo
Efe

El número dos de los Mossos el 1-O, Ferran López, ha rebatido al coordinador del dispositivo de seguridad, Diego Pérez de los Cobos, que tachó de estafa el papel de la policía catalana, y ha manifestado que estaba "pactado y acordado" por él, de manera que el tribunal ha abierto la puerta a un careo entre ambos.

Como era de esperar, López ha hecho una defensa cerrada de la actuación de los Mossos en la línea marcada por el resto de comisarios del cuerpo, tanto en su mensaje "claro y nítido" al Govern del riesgo de "incendio" si no desconvocaba el referéndum, como especialmente en el diseño del operativo policial, que tantas ampollas levantó entre los mandos de fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, especialmente en el coordinador Pérez de los Cobos.

Tales han sido las contradicciones sobre el dispositivo -un aspecto "determinante", según ha reconocido el tribunal- que la defensa del exconseller Forn ha pedido un careo ante las divergencias entre la declaración de López y la del coronel el pasado 5 marzo, si bien el tribunal esperará a que avance el juicio y se conozca más "material probatorio" antes de decidir.

De los Cobos tachó de "estafa" el dispositivo de la policía autonómica, "más contraproducente que beneficioso", basado en binomios de agentes sin capacidad para actuar, que estaba "hecho para que no funcionara", sin que recibiera con carácter previo ninguna información de la policía autonómica sobre su rol el 1-O.

López, que era número 2 de los Mossos en aquellos momentos y posteriormente fue nombrado jefe del cuerpo durante el 155, lo ha desmentido. Como hiciera el mayor Josep Lluís Trapero, ha asegurado que hubo "un operativo conjunto pactado y acordado" por De los Cobos, quien "validó" y "diseñó" la estructura del dispositivo.

De hecho, el comisario ha explicado que antes de su declaración en la Audiencia Nacional transmitió al coronel y al número dos de Interior José Antonio Nieto que su visión de los hechos "era contradictoria con la de ellos", porque no solo informó a De los Cobos del operativo, sino que éste dio su visto bueno, algo que negó rotundamente el coordinador del 1-O en su testifical en el juicio del "procés": "No es cierto", apuntó. Pero López insiste en que sí.

A la vista de las posiciones antagónicas, el letrado de Forn ha planteado por vez primera en el juicio un careo entre dos testigos, aunque la Sala ve prematuro tomar una decisión porque todavía no se ha agotado "el contacto con el material probatorio" y considera que es mejor esperar a que concluya la prueba testifical.

El asunto del operativo es nuclear en el juicio a la hora de determinar las responsabilidades de que, como ha subrayado López, quebrara la arquitectura del dispositivo y desapareciera todo rastro de una coordinación supuestamente diseñada y compartida por todos.

Tan relevante como las reuniones del 26 y 28 de septiembre con el Govern de Carles Puigdemont, en las que la cúpula de los Mossos advirtió de los riesgos de una escalada de violencia y solicitó en dos ocasiones que se desconvocara el referéndum.

Hasta la fecha, la respuesta del expresident se limitaba a continuar con el referéndum porque había un "mandato del pueblo", pero hoy el comisario López ha completado la respuesta de Puigdemont con una revelación que ninguno de sus compañeros siquiera sugirió en la Sala pese a que es una "frase difícil de olvidar".

"Recuerdo que el señor Puigdemont dijo que si se producía ese escenario que nosotros preveíamos, él, en ese mismo momento, declaraba la independencia", ha señalado López.

Más allá del peso de la frase, ha continuado, el aviso de Puigdemont no modificaba el auto del TSJC ni la actuación de la policía autonómica, si bien reafirmaba sus sospechas de que el 1-O se encaminaban al escenario dibujado de "conflicto seguro" y que a pesar de esto se quiso transitar, lo que evidenciaba el "desamparo gubernativo", con un Govern y unos Mossos cada uno por su lado.

En aquella reunión, además del expresident, estaban el exvicepresidente Oriol Junqueras y el exconseller Joaquim Forn y "la postura de los tres era homogénea, monolítica y sin divergencias".

Tras el comisario López, han comparecido una tanda de guardias civiles que resultaron heridos tras su intervención el 1-O y quienes han relatado la actitud hostil de los congregados, con insultos, patadas y escupitajos a los agentes, a quienes grababan en todo momento, y la casi siempre pasividad de los mossos, que según un agente, en algún centro tuvieron una actitud "bastante festiva".

Es más, un teniente ha relatado la detención de un manifestante en un colegio de Sant Andreu de la Barca (Barcelona) por agredir a un guardia civil, tirarle al suelo y aplicarle "una técnica de estrangulamiento".

Dos de ellos también han señalado que nunca les dieron instrucciones de que actuarían a requerimiento de los Mossos -como el dispositivo policial presuntamente establecía-, ni que debían replegarse en caso de grandes concentraciones o de que la seguridad de los efectivos y los ciudadanos debía primar a la eficacia.

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