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Borrell cuenta a un diario alemán la dificultad que tiene para visitar su pueblo por el acoso del independentismo

Dice que los separatistas "no tienen inconvenientes en inventarse una historia con tal de que el relato sea bueno".

El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell.
El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell.
Efe

El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, ha relatado al diario alemán 'Die Welt' la dificultad que supone para él visitar su pueblo natal, La Pobla de Segur (Lérida): "Sí que puedo ir, pero no sería muy agradable. Por todas partes colgaron carteles en los que me llamaban una vergüenza para el pueblo".

"El revuelo que causaría mi visita es algo a lo que no me quiero someter, y tampoco querría que mis amigos de allí tuvieran que soportarlo", añade Borrell, en una entrevista cuya traducción al castellano ha sido difundida por el Ministerio en su página web.

En ella, preguntado sobre por qué los no independentistas no se manifiestan, afirma que "hay gente en Cataluña que ha empezado a plantar cara a los separatistas" pero que "acaban teniendo problemas".

"A todo aquel que no sea catalán de nacimiento se le dirá que se vaya. Yo eso lo llamo racismo. Y a los que como yo son catalanes y están en contra del movimiento, se les llama traidores", recalca Borrell.

En cuanto al efecto que está teniendo el desafío independentista en la imagen exterior de España, admite que "probablemente" España no tiene una narrativa para contrarrestar el relato de quienes quieren irse de España.

Para Borrell, "los separatistas son excelentes contando historias. Son absolutos profesionales en ello y no tienen inconvenientes en inventarse una historia con tal de que el relato sea bueno". A su modo de ver, el Gobierno anterior --el de Mariano Rajoy-- "no supo cómo contrarrestar eso" y el del PSOE lo está "intentando", pero asume que "probablemente ya sea demasiado tarde".

La entrevistadora da por hecho que el juicio a los promotores del 'procés' no mejorará la imagen de España, y el ministro replica que "el poder judicial español se está asegurando de que este juicio sea un modelo de transparencia". También recalca que el juicio "no es una decisión política" sino que "se debe simplemente al hecho de que unas personas han violado deliberadamente la ley".

Ante la insistencia en que los veredictos, sean los que sean, "reforzarán la leyenda de los mártires catalanes", Borrell recuerda las recientes palabras de la ya ex vicepresidenta catalana, Elsa Artadi, tirando de una frase de Ana Frank sobre la libertad de expresión.

ARTADI Y ANA FRANK: "HAY QUE ESTAR MAL DE LA CABEZA"

"Tuvo la osadía de comparar la situación de los catalanes con la desesperada situación de la pobre Ana Frank en la Ámsterdam ocupada por los nazis. ¿A qué viene esta comparación? Hay que estar mal de la cabeza. Quien habla así vive en un mundo paralelo".

Con todo, el ministro insiste en que "no hay otra solución" que el diálogo para resolver el problema. "Vivimos en un estado de derecho, nuestros únicos instrumentos son los de la política", asegura.

Borrell también alude al movimiento independentista en Cataluña cuando se le pregunta por la emergencia de Vox. A su juicio, uno de los motivos es la inmigración y "la otra es la reacción al movimiento independentista en Cataluña". En su opinión, es "lógico" que el nacionalismo catalán haya despertado al español, porque "está claro que la gente se enfada cuando ve que queman su bandera nacional y toda España es insultada como ladrona".

LA OPERACIÓN SOPHIA, ENTRE ITALIA Y LIBIA

En la entrevista, alude también a asuntos europeos, como la gestión de la inmigración y opina que la misión 'Sophia', que fue creada para la ruta Libia-Italia, debería quedarse en esa zona "para que el flujo de migrantes no vuelva a aumentar".

En cambio, recalca que en el estrecho de Gibraltar no son necesarios "barcos de guerra de diferentes países", sino que España y la cooperación con Marruecos "son suficientes". "Más bien, debemos ayudar a los marroquíes a controlar las fronteras, y para ello se necesita mucho dinero", subraya.

Borell también dice que, para avanzar en la construcción europea, "el eje Berlín-París es necesario, pero cada vez menos suficiente", así que deben sumarse más Estados "para participar en la tarea de liderazgo".

Además de recordar que los dos países tienen posiciones divergentes sobre algunos asuntos --el gasoducto Nordstream 2 o la venta de armas a Arabia Saudí-- ha señalado que los dos países a veces parecen "jugar al escondite" y "a veces es Alemania quien quiere más Europa mientras que Francia pisa el freno; otras veces, como en la actualidad, es al revés". A su juicio, "España es la síntesis perfecta de ambos, y puede jugar un papel importante en Europa".

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