El Open Arms, el último gran rescate, mientras se triplican las pateras

El 2018 acaba igual que comenzó el Gobierno de Pedro Sánchez, con la llegada de un barco de una ONG, entonces fue de Médicos Sin Fronteras y 620 personas rescatadas y ahora de Proactiva Open Arms, con 310 inmigrantes salvados en el Mediterráneo.

Es el último capítulo de un gran rescate en un año en el que la llegada de inmigrantes en patera va camino de triplicarse.

Un año, sobre todo, en el que España se ha convertido en la principal ruta de entrada por mar a Europa, con más de 56.000 llegadas a sus costas, según la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), que cifra además en al menos 769 los inmigrantes que han muerto este año al tratar de llegar a las costas españolas, la cifra más alta desde 2006.

España se convirtió en la principal ruta de migrantes por mar a Europa en junio, cuando superó las 20.000 entradas a través del Mediterráneo, un mar que separa el sur de Europa con el norte de África y por el que se han incrementado las llegadas al bajar las que se registraban en países como Italia y Grecia.

CEAR cifra en más de 56.000 los inmigrantes que han llegado por mar y serán más si sumamos el último balance del Ministerio del Interior, con fecha del 16 de diciembre, las llegadas contabilizadas por Salvamento Marítimo.

Desde el 1 de enero de 2018 hasta el 16 de diciembre más de 62.000 inmigrantes han accedido a España de manera irregular, de 55.621 por mar.

Eso significa que por las costas han entrado más del doble de los 21.258 del mismo periodo del 2017 o lo que es lo mismo un 161,6% más, y la mayoría a través del Mediterráneo; sobre todo por el sur y Baleares (53.032 en 1.918 embarcaciones frente a los 20.029 en 1.167 barcas en el mismo periodo de 2017).

A Canarias han llegado 1.266 inmigrantes en 65 embarcaciones, frente a los 416 de enero al 16 de diciembre de 2017 en 18 barcas. Y por Melilla y Ceuta han accedido 866 y 457 inmigrantes, respectivamente, cuando habían sido 564 y 239 un año antes.

Pero desde el 16 de diciembre han arribado más inmigrantes a las costas. Ese mismo día alcanzaron las islas Chafarinas 40 mujeres, tres de ellas embarazadas, y diez menores.

Cuatro días después arribaron a las mismas islas 30 mujeres y nueve menores en una patera.

El pasado 20 fue especialmente trágico porque trece inmigrantes murieron cuando trataban de llegar en varias pateras que fueron trasladadas por Salvamento Marítimo al puerto de Almería. Otras once desaparecieron, mientras que un buque de socorro rescató con vida a 32 en Alborán. Un día más tarde, fueron rescatados en las mismas aguas 113 subsaharianos.

El día 23 también fue una jornada marcada por la tragedia ya que dos bebés que viajaban en una de las pateras localizadas en Alborán fueron arrojados al mar al fallecer durante la ruta. En esas horas los equipos de socorro rescataron a 138 personas cuando intentaban llegar a las costas del sur y sureste procedentes de Marruecos.

El Servicio Marítimo de la Guardia Civil localizó entre el 23 y el 24 de diciembre en el litoral murciano a 44 inmigrantes. También en la Nochebuena, fueron trasladados a Motril 16 magrebíes que navegaban cerca de la costa granadina.

El mismo día de Navidad, Salvamento Marítimo rescató a 128 inmigrantes en el sur de la costa mediterránea cuando intentaban alcanzar tierra en tres pateras localizadas en el Estrecho, en Alborán y la tercera cerca de Ceuta.

El 26 fueron rescatados 53 subsaharianos en las cercanías de la isla de Alborán, una jornada en la que también fueron detenidos siete inmigrantes de origen magrebí en Teulada-Moraira (Alicante) que, al parecer, llegaron en una patera hallada después en una playa; y se rescataron a 18 inmigrantes en aguas del Estrecho.

La Guardia Civil no ha descansado, pero tampoco los voluntarios de las ONG de los buques que han permitido siete operativos de salvamento.

En junio, llegó el buque Aquarius, que navegaba en el Mediterráneo sin puerto que le acogiese con 629 inmigrantes. Fue el primer capítulo de una política migratoria, que el Gobierno perfiló como "más humanitaria", con categoría de Estado y trasladada a la UE en busca de alianzas.

El segundo, de los siete operativos de salvamento acogidos por España, tras ser autorizados por el Gobierno y ante el rechazo de Italia, también fue protagonizado por el Open Arms, cuando arribó el 4 de julio en Barcelona, con 60 inmigrantes.

El tercero se desarrolló el 21 de julio, cuando dos barcos de la misma organización arribaban a Palma para desembarcar a Josefa, la camerunesa encontrada con vida cuatro días antes tras naufragar la embarcación en la que trataba de llegar a Europa, y los dos cadáveres rescatados.

Algeciras fue la ciudad que acogió el 9 de agosto a un cuarto barco tras rescatar en aguas internacionales frente a Libia a 87 personas.

Pocos días, el 15 de agosto, el Aquarius atracó en el puerto maltés de La Valeta, con 141 inmigrantes que rescató en el Mediterráneo y España se comprometió a acoger a 60 de ellos.

España acogerá también a los once inmigrantes auxiliados por el pesquero Nuestra Señora del Loreto, con base en Santa Pola (Alicante), que desembarcó en Malta tras rescatarlos frente a las costas de Libia.