Convivencia y juventud

El Gobierno, Partido Popular y Ciudadanos subrayan la sintonía con el mensaje de Navidad de Felipe VI.

El Rey aboga por la convivencia, más oportunidades para los jóvenes y la igualdad de hombres y mujeres
El Rey aboga por la convivencia, más oportunidades para los jóvenes y la igualdad de hombres y mujeres

En una época caracterizada por la polarización política y el auge de los populismos, el Rey ha hecho una valiosa apelación a la convivencia. El mensaje de Navidad ha sido valorado con los patrones tradicionales: bien por PSOE, PP y Ciudadanos; mal por Podemos y las fuerzas nacionalistas. No obstante, con su reconocimiento de la deuda que la sociedad española tiene con los jóvenes, Felipe VI acierta plenamente: hay que ayudarles a labrarse un futuro.

Cuando está a punto de concluir un año de intensa tensión política y de continuidad del desafío secesionista, el Rey ha optado por situarse por encima de los hechos diarios y lanzar mensajes de fondo en torno a tres ideas: convivencia, como la que fraguó la Transición y la Constitución que acaba de cumplir 40 años; responsabilidad social con los jóvenes, los más afectados de vivir en una sociedad de expectativas inciertas; y cohesión social. No ha citado a Cataluña, pero está claro que habla a los líderes independentistas cuando exige «asegurar la convivencia».

El Monarca ha querido aprovechar el tradicional discurso de Nochebuena para enviar a los españoles un mensaje de cercanía y de esperanza en el futuro. En los cuatro años y medio de su reinado ya ha dado relevantes pruebas de su compromiso con la defensa de la ley y de los valores constitucionales, siempre desde la más estricta neutralidad política y de la búsqueda de una España más justa, solidaria y abierta dentro del contexto europeo; sin tomar partido, sin reabrir heridas, pero con mensajes claros y directos. El de esta Navidad lo ha utilizado para introducir en el debate público el futuro de nuestra juventud. Y lo ha hecho de forma valiente, aunque en su línea habitual de prudencia para no sobrepasar las líneas que le marca la Constitución. Muestra así, una vez más, su vocación de ser un Rey útil y próximo a todos los ciudadanos y a sus problemas cotidianos.