Un cruel retrato robot político

Pedro Sánchez parece no hacer caso de los crecientes signos de peligro electoral para su partido.

Las encuestas dibujan una tendencia electoral que augura inestabilidad.
Las encuestas dibujan una tendencia electoral que augura inestabilidad.

Podría estar sufriendo Pedro Sánchez el mismo síndrome que llevó a José Luis Rodríguez Zapatero a negar la crisis económica hasta que le estalló en las urnas? Al igual que el expresidente ignoró todos los avisos y todos los síntomas, el actual inquilino de la Moncloa mantiene los llamamientos al diálogo con los independentistas catalanes pese a que tiene que desplazarse a Barcelona como si fuera a un territorio ajeno y hostil. El Gobierno de Sánchez ha planteado la celebración del Consejo de Ministros como un gesto de normalidad política -hace unas semanas se trasladó a Sevilla- pero los quebraderos de cabeza que provocan las amenazas de los radicales demuestran que la realidad es muy complicada. Las encuestas, que a veces fallan más que una escopeta de feria pero marcan tendencias claras, reflejan un cruel retrato robot político. En la realizada para HENNEO por Metrocoscopia y publicada hoy, si se celebraran elecciones generales ahora mismo, se instalaría el pentapartidismo con la consolidación de Vox, por cuyo efecto sangría Ciudadanos daría el ‘sorpasso’ al PP. El PSOE sigue, según el sondeo, en cabeza, pero acusando un desgaste que se agudiza mes a mes. Podría volver a gobernar, pero como en el lecho de un faquir: con los independentistas. Una inestabilidad preocupante cuyo final no se atisba.