Las elecciones de Andalucía son un banco de pruebas para toda la política nacional en el inicio de un intenso ciclo electoral. Y la noche electoral deja certezas muy inesperadas:

1. El ‘susanismo’ se desmorona. El PSOE sigue siendo el primer partido en Andalucía, pero se hunde con el peor resultado de su historia. El centro-derecha suma con Vox y puede arrebatarle el poder.

2. Cataluña, presente. El rechazo al independentismo catalán ha generado un vuelco histórico en el otro extremo de la Península. Se ha votado en clave nacional.

3. La extrema derecha irrumpe con fuerza. Como ocurre en el resto de Europa, un partido centralista y antiinmigración como Vox entra en las instituciones democráticas.

4. Pelea de gallos. Tanto PSOE, como PP y Ciudadanos reclaman ocupar el Palacio de san Telmo. Las próximas van a ser jornadas de duras negociaciones, mirando de reojo a las próximas citas con las urnas en mayo.

5. Ciudadanos es la clave. La formación de Albert Rivera no ha podido superar al PP, pero está en sus manos dar el gobierno al PP, con el coste de pactar con Vox, o de nuevo al PSOE, lo que también tendría un alto coste con las elecciones locales a la vuelta de la esquina.

Hay nuevas certezas y también incertidumbres: ¿Quién será el/la presidenta de Andalucía? ¿Qué partidos querrán y podrán sumar? ¿Cuáles serán las consecuencias en el resto de España? Y, por supuesto, ¿adelantará Pedro Sánchez las elecciones generales? Por ahora en la Moncloa siguen agarrados a la máxima de Giulio Andreotti: «El poder desgasta, sí seguro… pero sobre todo al que no lo tiene».