Por
  • Víctor Juan

Creer sin molestar

Vivimos en un momento de censuras y prohibiciones por asuntos que tienen que ver con las ideas y con la libertad de expresión
Vivimos en un momento de censuras y prohibiciones por asuntos que tienen que ver con las ideas y con la libertad de expresión

Mi amigo Javier Aguirre, zaragozano, profesor de Filosofía en la Universidad del País Vasco, uno de los primeros traductores de Aristóteles al euskera, me contó que Julio Caro Baroja defendió en una de sus conferencias un argumento tan interesante que deberíamos aplicárnoslo a rajatabla: "Creer hay que creer, pero poco y sin molestar".

Vivimos en un momento de censuras, acusaciones, prohibiciones, exilios, encarcelamientos y persecuciones mediáticas por asuntos que tienen que ver con las ideas y con la libertad de expresión que me hacen recordar en muchas ocasiones este consejo de Caro Baroja porque quiero vivir en un país en el que se puedan defender unas ideas y las contrarias. Un país en el que no se persiga a los cómicos por hacer chistes malos, muy malos o realmente repugnantes. Un país en el que se puedan cantar canciones sin gusto. Un país en el que se puedan representar obras de teatro inapropiadas y que la mayor censura consista en no ir a la representación de la obra. Quiero vivir en un país donde quien lo desee pueda expresar su sentimiento religioso y proclamar sus credos, pero también donde uno pueda mostrarse absolutamente escéptico y no creer en nada. Quiero vivir en un país donde la gente pueda creer lo que le parezca bien creer, pero sin llegar nunca al fanatismo excluyente y, sobre todo, quiero vivir en un país donde se puedan defender todo tipo de ideas sin molestar a quienes piensan otra cosa. ¿Es complicado? Sí, pero no solo hemos de pretender lo fácil.

Víctor Juan Director del Museo Pedagógico de Aragón