Comienza un ciclo electoral

Las elecciones andaluzas abren en España un nuevo periodo electoral.

Los resultados de las elecciones andaluzas tendrán que traducirse en pactos.
Los resultados de las elecciones andaluzas tendrán que traducirse en pactos.

Con los comicios del próximo 2 de diciembre en Andalucía comienza en España un ciclo electoral que incluirá las elecciones autonómicas, municipales y europeas de mayo de 2019 y, tal vez, una convocatoria anticipada en Cataluña o incluso unas elecciones generales. Los resultados de la cita andaluza estarán por ello sometidos a interpretaciones en clave nacional que pueden condicionar las posiciones de los partidos y las actitudes de los electores.

La encuesta de Metroscopia para HENNEO que hoy publica HERALDO augura una nueva victoria del PSOE, pero muy lejos de la mayoría absoluta. Susana Díaz tendría no obstante la posibilidad de elegir entre apoyarse en la marca andaluza de Podemos o en Ciudadanos a la hora de formar gobierno. Los populares nunca han conseguido desalojar de la Junta a los socialistas y la posibilidad de que, en esta ocasión, pudiese gobernar una coalición del PP y Ciudadanos parece remota. Pero un mal resultado complicaría mucho la consolidación del liderazgo de Pablo Casado en el partido. Para los naranjas, el reto está en hacer efectivas las buenas cifras que les conceden los sondeos y equipararse o superar al PP. Mientras que Adelante Andalucía sumaría algunos escaños más de los que obtuvieron Podemos e IU en 2015. Se dibuja pues un escenario cuatripartidista que puede repetirse, aunque con muchas variantes, en otros ámbitos autonómicos y municipales, de manera que las soluciones de gobierno que se adopten en Sevilla adquirirán inevitablemente trascendencia política nacional, pues condicionarán las visión que tengan los electores de las posiciones de cada partido. Con este tipo de configuración electoral, la clave está inevitablemente en los pactos, de manera que las fuerzas políticas han de ser capaces de adaptar sus estrategias a esa realidad, buscando además fórmulas moderadas que no exacerben la sensación de confrontación que existe actualmente sino que la atemperen.