González rechaza hablar ahora de indultos a acusados del 'procés': "Están en fase de presunción de inocencia"

Defiende una reforma de la Constitución que aumente garantías ante intentos de "desintegrar la soberanía nacional".

El expresidente del Gobierno Felipe González durante la conferencia en Sevilla en la que ha hecho un repaso de la actualidad política.
El expresidente del Gobierno Felipe González durante la conferencia en Sevilla en la que ha hecho un repaso de la actualidad política.
Efe

El expresidente del Gobierno Felipe González ha considerado este jueves que hablar ahora de posibles indultos a los políticos del 'procés' independentista catalán que se encuentran procesados constituye "una absoluta falta de respeto a una interpretación garantista de la Constitución", porque, según ha subrayado, actualmente "los que están en prisión y los que están fugados son todos presuntamente inocentes hasta que no sean condenados en firme".

En esa línea, y en un desayuno informativo organizado en Sevilla por Europa Press Andalucía en colaboración con la Fundación Cajasol, Orange y Laboratorios VIR, González ha pedido que "recapaciten" a quienes han pedido el indulto a personas que "no han sido condenadas", y que están en una "fase de presunción de inocencia".

Acerca de las discrepancias acerca de si a los procesados se les puede imputar un delito de rebelión o no, el expresidente ha explicado que, con anterioridad, expresó sus dudas, y la "última vez" que opinó sobre esto fue para "criticar al tribunal regional alemán que consideró que había base suficiente para enjuiciar" al expresidente catalán Carles Puigdemont "y compañía por un delito de malversación, pero decía que la violencia ejercida no era suficiente como para torcer la voluntad del Estado".

Según ha abundado González, entonces él mismo argumentó que, "si la violencia hubiera sido suficiente para doblegar la voluntad del Estado, se hubiera perfilado lo que en Alemania se llama alta traición", pero que no se habría podido juzgar porque habrían triunfado los que hubieran incurrido en esa rebelión. En ese sentido, ha apuntado que "lo que hizo Franco en 1936 fue una rebelión" y "nadie lo duda", pero no se juzgó porque fue el dictador quien se impuso.

De esta manera, González ha señalado que su posición sobre esta cuestión "ha sido absolutamente clara", pero "ahora, por respeto y apoyo a la instrucción" judicial, "me callo y no repito la teoría que me han oído decir bastantes veces y en la que creo". "Si el juez dice que tiene elementos suficientes para probar que ha habido rebelión, adelante", ha apostillado.

El que fuera también secretario general del PSOE durante más de 20 años ha señalado que el "combate en términos democráticos contra los que vulneran la Constitución y el ordenamiento jurídico debe extremar el garantismo en la aplicación de nuestro ordenamiento jurídico".

También ha llamado la atención acerca de que "cada día" se ve al presidente de la Generalitat, Quim Torra, que "parece que siempre está dispuesto a reiterar" el delito, pero de momento "nunca lo reitera", y lo que hace "es amagar, y en realidad lo que hace es pactar a ver si consigue alguna inversión que necesita, por ejemplo en Cercanías".

Sobre si cree conveniente aplicar el artículo 155 de la Constitución en Cataluña, ha lamentado que cuando él lo defendió hubo quienes lo situaron como "de extrema derecha", cuando lo que él quería es "que se hiciera política, y la última ratio de la acción política se llama 155, y al margen de eso están los tribunales".

"Ahora veo que algunos de los que no querían aplicarlo quieren aplicarlo, aunque no haya fundamentación suficiente para aplicarlo, y las peticiones que hacen de aplicación del 155 tienen un contenido poco acorde con la Constitución", ha añadido González, que ha apuntado además que la consulta del 9 de noviembre que convocó el entonces presidente Artur Mas ya "era ilegal, pero se dejó pasar".

También ha apuntado que al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, "lo niegan los independentistas y los constitucionalistas", y ha indicado que para Cataluña "necesitamos una estrategia de respuesta a los desafíos independentistas, una respuesta estratégica donde se contemple el corto, medio y largo plazo". Ha advertido además a los constitucionalistas de que "mientras más jueguen a descalificarse con juicios previos más se debilitará su posición".

REFORMA DE LA CONSTITUCIÓN

Abundando en la Constitución, Felipe González ha defendido este jueves una reforma de la Carta Magna para aumentar las "garantías frente a cualquier tipo de deslealtad que pueda desintegrar la soberanía nacional", y ha aseverado que "mientras que perdure la Constitución, el Estado social y democrático de derecho" que ésta proclama "prevalecerá".

El expresidente ha considerado que la Constitución ha dado a España los mejores 40 años de su historia contemporánea e incluso de su historia moderna, con sus "defectos y virtudes". "La Constitución ha aguantado bien", ha apuntado, y ha señalado que España está viviendo hoy una crisis política e institucional, en la justicia y una crisis territorial, porque se confundió la descentralización del Título VIII de la Constitución con una "centrifugación del poder".

Ha indicado que por lo que algunos le dicen parece que hoy no se da un "ambiente para cambiar la Constitución", apuntando que por un lado están las actitudes inmovilistas de los que no quisieron la Carta Magna en su momento y las actitudes "liquidacionistas" de los que quieren hacer otro nuevo texto constitucional. Ha insistido en que él sí cree que hay que hacer determinadas reformas en el texto constitucional.

Para González, la actual Constitución tiene la virtud de ser habilitante para que convivan en ella ideas completamente contrapuestas y también de ser "limitante", frente a las aventuras que, en nombre de una falsa democracia, quieren liquidar las reglas del juego, pero que se han acabado "estrellando contra un muro de un Estado, que no es opresor, sino constitucional".

El expresidente cree que en estos momentos en la política española hay unos "cuantos bomberos pirómanos" que no ayudan a ordenar el debate. "Ahora que no vivimos en las trincheras, veo a mucha gente empeñada en cavar trincheras que no sirven para nada", ha apuntado.

Para González, ni el "desafío" que se planteó en el País Vasco con el 'plan Ibarretxe' ni el que se ha dado en Cataluña con "leyes de desconexión en el que se saltaron la Constitución y el Estatuto, han podido romper el marco constitucional", porque la Carta Magna "no es sólo para los tiempos de enorme calma, sino para los tiempos de dificultad".

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