Después de que el Ejecutivo de Sánchez anunciase su intención de tomar medidas para que los restos de Franco no fueran enterrados en la cripta de La Almudena, pretende ahora dar un paso más, según recoge El País en su página web, y dar el cierre a los espacios públicos en los que se enaltezca al franquismo.

Para el Gobierno, la legislación relativa a los símbolos, que se encuentra recogida en el artículo 15 de la ley de memoria histórica, no es suficiente, por lo que ya se ha redactado una nueva reforma. Con este cambio, que esperan que sea aprobado por mayoría parlamentaria, sería imposible enterrar al dictador en la catedral del centro de Madrid. 

La ley será tajante y tendrá dos reformas principales, según fuentes del PSOE. En primer lugar, dejará muy claro que los restos del dictador no podrán ser enterrados en un espacio abierto al público, evitando así que se pueda convertir en un lugar de exaltación al franquismo.

Por otra parte, la nueva ley establecerá que, en el caso de que se produzcan dichos episodios de apología, la responsabilidad caerá sobre los titulares del sitio en el que se lleven a cabo, "tanto por acción como por omisión". Además de la sanción económica, se podrá llegar al cierre temporal o definitivo de dichos espacios, "cualquier que sea su titularidad".

También se procederá a la retirada de condecoraciones de estado a todos aquellos que hayan tenido un comportamiento "incompatible con la distinción recibida", como el torturador Billy el Niño. El Gobierno se comprometerá, asimismo, a llevar a cabo los procesos de exhumación y búsqueda de restos en cunetas y fosas comunes.

Por último, se prevé la creación de la 'Comisión de la Verdad', órgano independiente que tendrá el objetivo de trabajar en el análisis de los documentos y testimonios recopilados desde el comienzo de la Guerra Civil hasta el año 1978.