La jornada de huelga en Renfe convocada por el sindicato CGT para este miércoles, coincidiendo con la 'operación salida' del puente de Todos los Santos, se desarrolló con normalidad, sin incidentes y con respeto a los servicios mínimos fijados por el Ministerio de Fomento, pese a que la operadora tuvo que cancelar los 300 trenes que no se consideraron esenciales, 87 de ellos de AVE y Larga Distancia.

Un total de 267 trabajadores de la operadora se sumaron al paro en los distintos turnos de trabajo, según informaron a Europa Press en fuentes de la empresa.

Este número de empleados supone un 3,91% de la plantilla total de la compañía en cada turno, incluyendo tanto los trabajadores que tienen que acudir obligatoriamente porque están incluidos en servicios mínimos como los que tienen la opción de secundar el paro.

De su lado, CGT cifró en el 70% el porcentaje de adhesión a su convocatoria, una tasa que, en este caso, asegura calcular entre los trabajadores que no están en servicios esenciales y, por lo tanto, son los que pueden elegir sumarse a la huelga.

El sindicato eleva al 80% este porcentaje en el caso de los trabajadores de los talleres de Renfe y del colectivo de control de la circulación, en este caso de Adif.

A pesar de la tradicional 'batalla' de cifras, tanto Renfe con el sindicato, minoritario en el comité de empresa de la compañía, coincidieron en señalar que la jornada se desarrolló con normalidad, sin incidentes y con respeto a los servicios mínimos, si bien la central apuntó a que la operadora había intentado fletar trenes que no estaban entre los mínimos.

El Ministerio de Fomento había fijado un alto porcentaje de servicios mínimos dada la coincidencia del paro con una víspera de puente, lo que la convertía en una "jornada de excepcional movimiento de viajeros".

Servicios mínimos

En concreto, los servicios esenciales garantizaron la circulación del 78% de los trenes AVE y Larga Distancia habitualmente programados, entre el 50% y el 75% de los Cercanías y el 65% de los de Media Distancia (regionales).

Renfe asegura que para los viajeros que se vieron afectados por los 300 trenes cancelados ofreció la posibilidad, "siempre que fue posible", de viajar en otro tren incluido en servicios mínimos. Asimismo, también planteó la posibilidad de anular el billete, o cambiarlo para otra fecha, en ambos casos sin coste alguno.

Con este paro, que discurrió entre las 00.00 horas y las 23.00 horas de este miércoles, CGT ha pretendido reclamar la articulación de la jornada de 37,5 horas semanales en las dos empresas ferroviarias públicas.

El sindicato también manifestaba su oposición al proceso de apertura a la competencia del transporte de viajeros en tren en España, prevista para 2020, y su denuncia ante la "pérdida de calidad" que considera presenta el servicio ferroviario, dado el aumento de incidencias.