Si le das la mano, se te come el brazo
Pablo Iglesias está dejando otra vez en ridículo a Pedro Sánchez.
Ya debería saber Pedro Sánchez que si le da la mano al líder de Podemos, este se tomará el pie. Y aun si puede se le merendará el brazo entero. Debería saberlo porque en 2016, cuando Sánchez buscaba la investidura y quería el apoyo del partido morado, Pablo Iglesias se le adelantó y presentó ante la opinión pública su propio reparto de carteras ministeriales, con gran repique de campanas, reservándose las que le parecieron más jugosas. Iglesias dejó entonces en ridículo a Sánchez y vuelve a hacerlo ahora actuando como intermediario del Ejecutivo para negociar los Presupuestos del Estado con quienes aspiran a destruir el Estado. Las tibias desautorizaciones que ha emitido el Gobierno no han frenado a Iglesias. Ni importa demasiado si la encomienda ha tenido más o menos éxito. El caso es que el acuerdo presupuestario le ha venido de perlas a Podemos para ganar protagonismo y perfil en un momento de decaimiento en las encuestas. Algo que vale su peso en oro en plena era política de los gestos para la galería. Y mientras, el proyecto de Presupuestos de España anda por ahí al retortero, pidiendo el visto bueno de los máximos dirigentes de la intentona golpista-secesionista contra la Constitución. Que nadie se sorprenda si millones de españoles ven en ello una espantosa indignidad.