Ayudar al prójimo es una cualidad inherente (y de las facetas más bonitas) del ser humano. Y es que, frente a una situación de peligro, existen personas que, aun arriesgando su propia integridad, se convierten en auténticos héroes y salvan vidas. Es el caso de Daniel Thielk, el ciudadano alemán que auxilió a Úrsula, la pequeña de la familia de Manacor que sufrió en sus propias carnes la terrible inundación en Sant Llorenç (Mallorca).

Joana Lliteras, madre de la pequeña y conocida farmacéutica de Manacor, iba en coche hablando por teléfono con su marido, cuando se vio sorprendida por la fuerte riada junto a dos de sus tres hijos. La valiente mujer consiguió sacar del vehículo a su hija pero no logró sobrevivir a la riada. Su hijo Artur aún está desaparecido y los equipos de rescate lo buscan sin descanso.

En una entrevista con la cadena de televisión germana RTL, el cicloturista alemán, nacido en Brandemburgo, cuenta que pudo salvar a la pequeña Úrsula del torrente de agua cuando esta consiguió salir del coche por la ventana gracias a Joana. "Estaba refugiado en una pequeña cabaña cuando comencé a escuchar chillar a la pequeña", declara el alemán.

"Intenté tranquilizarla y le dije que todo estaba bien. Nos refugiamos bajo la cubierta de una cabaña, le presté mi sudadera porque temblaba de frío y allí nos resguardamos durante dos horas. La abracé fuerte y no la solté hasta que vinieron los servicios de Emergencias", cuenta Thielk.

A pesar de todo, Daniel no se considera un héroe. "Esas tres horas fueron eternas, recuerdo la tragedia como una película falsa, lo que hice es algo normal", apunta.

Según el Diario de Mallorca, tras muchas horas intentando localizar a Daniel, la familia ha podido agradecerle su valiente actuación para salvar la vida de Úrsula durante un encuentro que ha tenido lugar este viernes en Cala Ratjada. El padre de la niña le ha brindado un gran abrazo y no ha podido contener las lágrimas.