El enésimo 'show' de Rufián: un resumen de sus rifirrafes

El representante de ERC ha protagonizado desde el Congreso un sinfín de choques con diputados, principalmente del PP

Gabrién Rufián, en el episodio de la impresora en el Congreso, en
Gabrién Rufián, en el episodio de la impresora en el Congreso, en

En diciembre de 2015, el entonces candidato de ERC al Congreso Gabriel Rufián dio una entrevista al portal Publico.com en la que garantizó que “en 18 meses”, cuando se hiciera efectiva la “desconexión” catalana, dejaría su escaño en el Cámara baja. Casi tres años después, pese a que según el propio Rufián “sí se había declarado la independencia de Cataluña”, se ha hecho el silencio. El silencio, quiere decirse, en relación con su renuncia, porque el diputado independentista sigue haciendo todo el ruido de que es capaz. Este martes, Rufián ha protagonizado su enésimo rifirrafe en el Parlamento, esta vez con con una diputada del PP que le ha acabado llamando “imbécil”.

Desde que llegó al Congreso, el político barcelonés, que dice no renegar “de sus raíces españolas”, ha sido protagonista de una sinfín de polémicas, la mayor parte propiciadas por él mismo. Su tono burlón y chulesco, tanto en la Cámara como en las redes sociales -particularmente en su cuenta en Twitter-, han sido objeto numerosos análisis en los medios, casi siempre críticos con su papel político.

El profesor de Ciencia Política Manuel Arias Maldonado definió al diputado 'troll', en un artículo en 'El Mundo' dedicado a Rufián, como "un agente provocador dedicado al terrorismo simbólico con objeto de excitar emocionalmente a sus seguidores". "Peligro para las democracias: si gobernara el bufón, se nos helarían las sonrisas", terminaba. En una pieza en ‘El País, el periodista Ricardo Dudda rescató una cita del escritor Lewis Hyde para referirse al diputado de ERC: “La ironía solo tiene un uso de emergencia. Si se usa a lo largo del tiempo, se convierte en la voz del atrapado que empieza a disfrutar de su jaula”. “Epítome de la idiotización del like”, le definió Paula Corroto en ‘Letras Libres’. “Un quinqui de la política”, sintetizó Gregorio Morán.

Un rosario de polémicas

Aquí va una selección de sus principales enfrentamientos.

Las comisiones de investigación son quizás la especialidad de Rufián, algo que favorece el formato de estos órganos, dado el protagonismo que le confieren. El último cara a cara -antes del de este martes- lo vivió con José María Aznar, con quien el cruce de calificativos fue muy duro. Rufián acusó al expresidente del Gobierno de defender un “partido golpista”, de “señor de la guerra” o de no tener “vergüenza”; además, cargó contra el enlace de su hija con Alejandro Agag: “Eso no era una boda, sino un cártel”. Frente a esto, Aznar le respondió en un tono sereno y le recordó que “no hay peor corrupción que la que intenta derribar el orden constitucional”.

Otro episodio sonado, también en una comisión de investigación, ocurrió el pasado mes de abril con Esperanza Aguirre, quien como Aznar consiguió sacó de sus casillas al diputado de ERC. “Usted es comité de defensa del Ibex 35”, le dijo con sarcasmo Rufián, a lo que la exdirigente del PP respondió: "No, yo soy comité de defensa de la Constitución. Y usted de la república, y resulta que les han detenido por terrorismo". Esto enardeció al representante catalán, que a continuación se enzarzó con el presidente de la comisión, el canario Pedro Quevedo. Cuando este le recordó que “quien siembra vientos recoge tempestades”, Rufián se encolerizó aún más: “Ah, que me lo merezco”.

También en comisión intentó lucirse con el entonces ministro del Interior, el popular Jorge Fernández Díaz, y con exdirector de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso. Fue en abril del año pasado. "Buenas tardes a todos, menos a los Vito Corleone que conspiran en los despachos", empezó Rufián, que sobre las supuestas cloacas del Estado se preguntó: "¿Cuán profunda es la madriguera del conejo?". "Hasta luego, gángster, nos veremos en el infierno", le soltó a De Alfonso tratando de emular a David Fernàndez (CUP).

En mayo le tocó el turno a la ya exsecretaria general del PP María Dolores de Cospedal, en la comisión sobre la financiación del PP. "No haga usted un Ana Mato o un Cristina de Borbón ", le espetó el diputado de ERC por la defensa de su marido, ante de preguntarle si se avergonzaba “de algo”.

La impresora y las esposas

Fuera de los citados órganos de investigación, las posibilidades del representante catalán para destacar en la Cámara se reducen de forma significativa. Esto le ha llevado a buscar vistosas alternativas para aparecer en los telediarios. Como cuando, en septiembre del año pasado, sacó una impresora en el pleno del Congreso para defender el referéndum en Cataluña y la difusión de papeletas. “Este es el cuerpo del delito, una humilde Samsung republicana”, ilustró, a lo que añadió: “No es muy peligrosa, no imprime billetes de 500, los imprimiría en blanco y negro”. La entonces vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, desdeñó en su respuesta los “teatrillos semanales” del independentista.

En noviembre del año pasado, en otro pleno, sacó unas esposas y expresó su deseo de que Mariano Rajoy acabara detenido. Esto le valió el apercibimiento de la presidenta del Congreso, Ana Pastor.

Junto a los choques con otros políticos, Rufián también ha sido protagonista de zascas y marchas atrás, algo previsible en un político tan rápido con el teclado. En octubre de 2017, en una entrevista en la Sexta, dijo tajante que su grupo “no reconocería unas elecciones autonómicas convocadas por el Estado”, ya que sería “una traición al pueblo de Cataluña". Finalmente, ERC acabó aceptando participar en las elecciones convocadas por Mariano Rajoy bajo el amparo del 155. Rufián intentó más tarde reubicar su promesa matizando que se refería a "elecciones sin declaración de independencia", algo que en su opinión ya se había producido.

De estas fechas es también una de sus polémicas más sonadas. Se produjo el 26 de octubre del año pasado, cuando se anunció que, gracias a la mediación del lendakari Urkullu, Carles Puigdemont planeaba convocar elecciones autonómicas para evitar la aplicación del artículo 155 de la Constitución. "155 monedas de plata", tuiteó Rufián, en referencia aparentemente -así fue interpretado en todos los ámbitos- a la supuesta traición del entonces 'president'. También aquí quiso Rufián recular. En realidad, arguyó, se refería a la postura Estado central.

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