El director de los Mossos, Andreu Martínez, ha defendido el despliegue policial del 1-O entre las críticas de los sindicatos, que lo acusan de diseñar un dispositivo insuficiente y de dejarlos a merced de la batalla política, mientras ha desvinculado a los CDR del intento de ocupación del Parlament.

Martínez ha comparecido esta mañana en rueda de prensa para dar cuenta del dispositivo organizado para dispersar al grupo de manifestantes que anoche, al finalizar el acto de conmemoración del 1-O, se agolparon a las puertas del Parlament e intentaron forzar la entrada del edificio, tras retirar las vallas que los Mossos habían instalado para protegerlo.

Para dispersar a los concentrados, los Mossos d'Esquadra cargaron contra los manifestantes y dispararon proyectiles de precisión, en un dispositivo que se saldó con 43 heridos, muchos de ellos agentes policiales, contabilizados por el Sistema de Emergencias Médicas (SEM), sin que por el momento se hayan practicado detenciones.

El director de los Mossos ha justificado las cargas por la necesidad de repeler una "actuación violenta" por parte de un grupo de "radicales" que ha desmarcado de los Comités de Defensa de la República (CDR), unos colectivos a los que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, animó ayer mismo a seguir "apretando" para lograr la independencia.

Para Martínez, el intento de ocupación del Parlament de anoche obedece al "cambio de actitud" que los Mossos d'Esquadra vienen observando en una "minoría" de manifestantes desde el sábado pasado, cuando centenares independentistas intentaron impedir la marcha que había convocado la asociación Jusapol en reconocimiento a los policías y guardias civiles que el año pasado intervinieron en Cataluña para impedir el 1-O.

"Este fin de semana se ha producido esa alteración. Durante muchos años, pero sobre todo en el último, desde el 1-O, no se habían producido manifestaciones con estos grupos", ha indicado el director de Mossos, que ha negado "improvisación" en el diseño del operativo policial de ayer, asegurando que fueron movilizados el triple de efectivos que en un evento de "alto riesgo" como un partido de la Champions.

Martínez reaccionaba así ante los sindicatos de Mossos que, en bloque, han coincidido en denunciar la "nefasta" planificación del dispositivo policial y han exigido explicaciones y hasta dimisiones a los responsables del mismo, al tiempo que lamentan ser "instrumentalizados" por intereses políticos.

Valentín Anadón, portavoz del Sindicato Autónomo de Policía (SAP-Fepol), ha pedido al gobierno catalán que deje de crear "tensiones políticas" entre la ciudadanía y apueste por un modelo de "cohesión social" que facilite el trabajo del cuerpo de Mossos.

El portavoz del Sindicat de Mossos d'Esquadra (SME), Toni Castejón, ha criticado el diseño del dispositivo policial, con todos los agentes concentrados en el parque de la Ciutadella ante una situación que ha definido de "gravísima", y el del Sindicato de Policías de Cataluña (SPC), David Miquel, lo ha calificado de "absoluto fracaso".

También Uspac ha criticado la "ineficiencia" de los cargos políticos en la planificación del dispositivo de ayer y han expresado su malestar ante lo que consideran una "instrumentalización" del cuerpo de Mossos por parte del Govern.

El Síndic de Greuges, Rafael Ribó, ha abierto además una investigación de oficio para averiguar si el operativo de los Mossos fue "insuficiente".

Los Mossos d'Esquadra han abierto sendas diligencias, por los delitos de atentado a la autoridad y desórdenes públicos, para investigar los incidentes ocurridos ayer en Barcelona y en Girona, en las movilizaciones para conmemorar el primer aniversario del 1-O.

En el marco de esas diligencias, Martínez no ha descartado hoy que se practiquen detenciones en las próximas horas y ha apuntado que en los incidentes callejeros "no siempre" es habitual que los arrestos se lleven a cabo el mismo día de los disturbios.