La receta Sánchez

Sánchez y sus ministros se han reunido en Toledo para trazar el nuevo curso político
Sánchez y sus ministros se han reunido en Toledo para trazar el nuevo curso político

Gobernar con una minoría de 84 diputados que le hace depender de todos los grupos, incluidos los separatistas. Modificar a conveniencia las leyes que haga falta para saltarse mayorías como la de los 147 senadores del PP. Y dar la vuelta a la tortilla política, aunque acabe socarrada en el fuego rápido del decreto. Es la receta que propone Pedro Sánchez para evitar un adelanto electoral. Metida en la coctelera democrática, depara un trago bastante seco y duro: evoca a partes iguales el postureo de Zapatero y la nueva política de Iglesias, de los que se ha convertido en hijo predilecto y padre adoptivo, respectivamente. No hacía falta irse de retiro para trazar tamaña estrategia de supervivencia ante un nuevo curso electoral en el que ni siquiera es capaz de garantizar los próximos Presupuestos. Fruto de una auténtica obsesión personal que exhibía sin rubor ya en su primera etapa como secretario general de los socialistas: «Voy a ser el próximo presidente», repetía en público y en privado allá por 2014. Hoy la ejecuta con todas sus consecuencias. Parece más preocupado en mantenerse en el poder que en gobernar de verdad para todos los españoles.