Por
  • José Luis Melero

Debilidades

Ignacio Martínez de Pisón publicó en Seix Barral, 'El día de mañana'.
Ignacio Martínez de Pisón
Archivo Heraldo.

Siempre he leído los libros de Ignacio Martínez de Pisón antes de publicarse. Es una tradición que mantenemos desde su primer libro y que nos hace sentirnos más próximos y queridos. Poco o nada puede uno ya sugerir o matizar a quien es uno de los más grandes escritores españoles, pero él tiene la elegancia y la generosidad de hacérmelo creer. Leí pues ‘Filek, el estafador que engañó a Franco’, su último libro, antes de que lo entregara a Seix Barral, hace ya algún tiempo, y ahora he vuelto a disfrutar de él con motivo de una reseña que Raúl Carlos Maicas me ha encargado para la revista ‘Turia’. Y dado que, además de un ensayo sobre la vida de este estafador que trató de vender a Franco gato por liebre o, lo que es lo mismo, agua por gasolina, el libro es un magnífico tratado de historia, he reparado en que en este 2018 se cumplen 100 años de la batalla de Vittorio Veneto, que comenzó justo un año después de la derrota italiana de Caporetto (esa que Hemingway recreó en ‘Adiós a las armas’), y que significó la debacle del ejército austrohúngaro en la 1ª Guerra Mundial. Mientras las fuerzas del Imperio Austrohúngaro eran aniquiladas, los soberanistas serbios, croatas, eslovenos, checos y eslovacos, corrían a proclamar sus respectivas independencias, y a los pocos días Hungría pedía separarse de Austria. Y es que al perro flaco, es decir, a los países débiles, todo son pulgas. Una centenaria lección.