Marcando discrepancias

La reunión entre Pedro Sánchez y Pablo Casado sirvió más para marcar discrepancias que para llegar a acuerdos.

Sánchez y Casado, a la puerta de la Moncloa.
Sánchez y Casado, a la puerta de la Moncloa.
Fernando Alvarado / Efe

Aunque hubo acuerdos de fondo en cuestiones de Estado, como la política antiterrorista, la reunión entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el del Partido Popular, Pablo Casado, sirvió ayer sobre todo para subrayar las discrepancias entre ambos. La estabilidad política y económica requiere sin embargo que las principales fuerzas políticas sean capaces de modular sus desacuerdos de forma constructiva.

Tanto el presidente del Gobierno como el jefe de la oposición expresaron su voluntad de mantener la unidad, de manera leal, en cuestiones de Estado fundamentales, como la lucha antiterrorista; un gesto que es obligado y positivo. Pero en la mayoría de los temas abordados, la reunión de ayer en la Moncloa sirvió más para marcar las diferencias entre Sánchez y Casado que para avanzar hacia ningún tipo de acuerdos. Quizá ambos estén más pendientes de afirmar su personalidad política -especialmente Casado, que acaba de llegar a la presidencia del PP- y de tomar posiciones de cara a las próximas contiendas electorales, que de preparar el terreno para un entendimiento a largo plazo en materias que requieren un amplio consenso. Esta falta de sintonía no es buena para la estabilidad de España, sobre todo ante desafíos tan graves como el separatismo, la crisis migratoria o los problemas económicos. Sin embargo, tal vez se corresponda con una situación que cabe percibir como provisional, pues parece difícil que el Gobierno de Sánchez concluya la legislatura. En todo caso, Sánchez y Casado deberían tener presente que los ciudadanos valoran favorablemente la capacidad de pactar. Y tienen que acertar a modular adecuadamente la lógica confrontación partidista, de manera que no impida una colaboración que es indispensable que se produzca entre los dos principales partidos del sistema en beneficio del conjunto del país.