Perspectivas electorales

La encuesta electoral de Metroscopia para HENNEO sitúa al PSOE en primera posición en voto estimado.

La encuesta presenta una foto fija de las tendencias electorales en España.
La encuesta presenta una foto fija de las tendencias electorales en España.

El efecto favorable provocado por la llegada al gobierno, en un caso, y por la renovación de su liderazgo, en el otro, sostiene las expectativas electorales del PSOE y del PP, según el sondeo de Metroscopia para HENNEO que HERALDO publica hoy. El panorama que dibujan los datos de la encuesta -que subrayan la respuesta moderada de los electores a los problemas sociales y económicos- requerirá que los partidos sean capaces de negociar y pactar.

La estructura cuatripartita del espacio político español, que surgió en 2015, se mantiene. Pero, al mismo tiempo, los partidos tradicionales del antiguo sistema bipartidista, el PSOE y el PP, siguen siendo los principales puntos de referencia y recuperan posiciones respecto a sondeos anteriores, con clara ventaja en este momento para los socialistas, que ganarían las elecciones si se celebrasen ahora. La distancia entre ambos es de solo dos puntos y tampoco es muy grande respecto a Ciudadanos, lo que augura que, en función de la fecha efectiva de las elecciones y de los acontecimientos, esas posiciones podrían alterarse. Unidos Podemos, por su parte, queda relativamente descolgado. Lo que parece claro es que los pactos serán elementos esenciales en el futuro político de España, siendo por eso necesario que los partidos y sus líderes incluyan en sus estrategias actitudes negociadoras que, como muestra el sondeo, los ciudadanos valoran especialmente. Es de esperar que la concreta aritmética parlamentaria que salga de las urnas facilite la formación de coaliciones, fórmula hasta ahora inédita en el gobierno de la nación pero que se dibuja como indispensable. Hay que destacar también que, aunque los españoles acusan todavía los efectos económicos y sociales de la crisis, las tendencias políticas de la mayoría no se han radicalizado, como ocurre en otros países, sino que tienden a la moderación. Una expresión de templanza y sensatez ciudadanas a la que los políticos deben hacer justicia.