Por
  • José Javier Rueda

Relevo generacional

La crisis ha retirado a toda una generación de líderes políticos.
La crisis ha retirado a toda una generación de líderes políticos.

Hemos cambiado de generación. En cuatro años, una nueva ha tomado el timón del poder. El primer relevo llegó en junio de 2014 cuando el rey Juan Carlos (76 años, entonces) pasó el testigo a su heredero, Felipe VI (46). Inmediatamente después, Pedro Sánchez (42) rejuvenecía la imagen del PSOE, que parecía agotado con Alfredo Pérez Rubalcaba (63). La irrupción de Pablo Iglesias (36) llenaba las tertulias televisivas de jóvenes políticos. Poco después, el líder de IU Cayo Lara (62) anunciaba que dejaba paso a Alberto Garzón (29). Mientras, Albert Rivera (35) despuntaba en los sondeos.

El único que resistía el tsunami rejuvenecedor era Mariano Rajoy (63). Hace tan solo dos meses se creía al margen de tan poderosa ola de renovación y se veía otros cuatro años como inquilino de la Moncloa. Pero Pedro ‘el guapo’ (46) le ha prejubilado. Núñez Feijóo (56) o Soraya Sáenz de Santamaría (47) aspiraban a su trono, pero se lo ha birlado un pipiolo de 37 años, Pablo Casado.

La crisis que estalló en 2008 se ha llevado por delante a toda una generación. Los ciudadanos reclaman reformas. Pero la juventud, aunque es un divino tesoro, no es garantía de mejora automática. Previsiblemente, la recuperación económica va a actuar como un envejecedor acelerado y todo se quedará como estaba. En esta nueva fase, los jóvenes dirigentes se comportarán como los viejos y se disolverán en la irrelevancia. Y cuando llegue la próxima crisis, estaremos tan mal pertrechados para afrontarla como lo estuvimos para abordar la pasada.

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