Renovación en el PP

Pablo Casado es el nuevo presidente del PP. La voluntad del relevo generacional, el empuje demostrado en la campaña y el respaldo de Dolores de Cospedal le han dado una clara victoria sobre Soraya Sáenz de Santamaría con el 57% de los compromisarios a su favor. Tiene ante sí el reto de renovar al partido y prepararlo para las elecciones autonómicas y municipales de 2019

Los compromisarios han preferido el discurso de renovación generacional y de regreso a los principios tradicionales del PP (unidad de España, libertad y familia) del hasta ahora vicesecretario de Comunicación que la oferta de continuidad de la exvicepresidenta del Gobierno. Y Casado se ha comprometido con ese programa en su primer discurso como presidente al prometer una «renovación tranquila y constructiva». También ha apostado por un nuevo «contrato con España» que permita reforzar la Constitución y reformar el Código Penal para combatir el desafío secesionista conectando con lo que llama «la España de los balcones» (por las banderas). La vieja guardia del partido debe dejar paso a una nueva generación.

Al nuevo líder del gran partido del centro-derecha español le esperan tres retos inmediatos. El primero, cerrar las profundas heridas que deja este proceso de primarias. Con mucha mano izquierda tendrá que recoser un partido que ya no parece ese bloque uniforme de otras épocas. Segundo, establecer una estrategia que le haga recuperar espacio político, en especial ante Ciudadanos, donde está su principal fuga de votos. La obligación de todo partido es saber diferenciarse de los demás, sobre todo de otros con los que compite por el mismo caladero de votantes. Y el tercer reto del PP de Pablo Casado es ser capaz de volver a conectar con su electorado natural. Debe recuperar terreno ante la pujanza de Pedro Sánchez y Albert Rivera de cara al apretado calendario electoral de los próximos meses.