Incorporar la Formación Profesional (FP) en el nombre del nuevo Ministerio de Educación es un primer paso para potenciar este tipo de enseñanza, pero para darle su valor de verdad entre alumnos, padres, centros y empresas se necesitan otras cosas que la comunidad educativa espera de la ministra Isabel Celaá.

Directores de centros y representantes de varios sindicatos de docentes destacan que "hablar más de la FP", como parece la intención de Celaá, "ya es una buena noticia", aunque le piden "mucho más".

En su toma de posesión como ministra y en su papel de portavoz del Gobierno, la sucesora de Íñigo Méndez de Vigo ha dicho que trabajará por mejorar la FP: "Mi intención es hacerle un buen 'lifting' porque se trata de un tipo de enseñanza capital para este país".

Desde la Federación de Asociaciones de Directivos de Centros Educativos Públicos (Fedadi) se argumenta que lo que tiene que hacer la que ha sido exconsejera de Educación vasca es "trasladar a toda España el tipo de funcionamiento de la FP en el País Vasco", ya que es puntera.

Y Sebastián Pacheco, secretario de Formación de UGT, pide a Celaá que se convoque este mes al Consejo General de la FP, tal y como estaba previsto con el anterior equipo ministerial, ya que hace años que no se reúne.

Para José Manuel Dafauce, director del IES María Ana Sanz de Pamplona, y miembro de Fedadi, la FP necesita de "una apuesta política de verdad" y "dedicarle recursos materiales y humanos".

"No decir al alumno que si suspende haga una FP, sino preguntarle qué les gusta y orientarle a una formación muy práctica", es otra petición de Dafauce, que subraya que alumnos con una FP de grado superior luego se pasan a la Universidad "con mucho nivel".

"Nadie discute que la FP es esencial para el desarrollo económico y social" pero en España, a diferencia de otros países, hay pocas personas con formación de grado medio (lo que sería la FP) y sí cierto exceso de universitarios", sostiene.

La Formación Profesional se imparte en cursos de dos años y se divide entre FP Básica (introducida en la Lomce y que aporta un título profesional básico), FP de grado medio (con título de técnico) y FP de grado superior (con título de técnico superior); la FP dual es una modalidad para las anteriores con más horas prácticas. "Hay otra 'cuarta FP' muy gratificante que es la FP especial, dedicada a alumnos de educación especial y que se realiza en cuatro años", añade Dafauce.

La Formación Profesional abarca una gran gama de especialidades, con alrededor de 160 títulos que se van renovando y que habría que promocionar entre el alumnado de secundaria y bachillerato, según Fedadi, que reclama para los docentes más formación técnica actualizada y didáctica.

UGT solicita asimismo que junto a una mayor oferta de plazas mejore la "orientación de las especialidades" pues algunas quedan "obsoletas" por el ritmo del mercado laboral.

Otro tema pendiente para UGT es crear un grupo de trabajo sobre FP Dual que revise, por ejemplo, la necesidad de que el "alumno trabajador" reciba una retribución durante el proceso formativo y ello proceda de un contrato de trabajo.

Según datos de Educación, el número de alumnos matriculados en ciclos de FP ha pasado de 454.053 en el curso 2005-06 a los 810.621 en 2017-18, un 78% más. De ellos, 24.000 están en modelo Dual, que asegura al menos un 33% de formación en centros de trabajo.

El responsable del Gabinete de Estudios de CC. OO., Miguel Recio, apunta que con la crisis aumentó el número de alumnos de FP y ello "ayudó a paliar las diferencias territoriales" en la escolarización para esta enseñanza, aunque se necesita potenciarla mucho más para bajar el abandono educativo temprano.

Si se mantiene el ritmo de crecimiento actual en la matrícula en FP, en torno al 6% anual, el incremento de titulados para el año 2020 -datos de CC. OO.- debería ser de 4.020.142, es decir, se requiere que alcancen ese nivel de formación otros 1,4 millones de personas.