Esta semana en la Audiencia Provincial de Palma de Mallorca se celebra el juicio contra tres agentes por un presunto caso de homofobia en el cuerpo de la Policía Local.

Un ex comisario y dos ex miembros de la unidad motorizada se enfrentan a una pena conjunta de más de 20 años de cárcel por, presuntamente, "humillar, menospreciar y ridiculizar" a una compañera por ser homosexual durante casi diez años.

Por este motivo, la plaza del Mercat ha acogido este lunes una concentración de medio centenar de personas en apoyo a la agente, coincidiendo con el juicio de este caso que tiene lugar esta semana en la Audiencia Provincial.

Los ahí concentrados portaban pegatinas en las que se podía leer el nombre de la víctima junto al lema 'No es un caso aislado, es el patriarcado'.

Entre los manifestantes, además de representantes de las plataformas Chrysallis y Ben Amics, se encontraban distintos directivos de Podemos, como Laura Camargo y Mae de la Concha.

La representante de Chrysallis, Maria Luisa Rosa, ha explicado que ante esta "injusticia" tienen que "apoyarla al máximo" porque, tal como ha criticado, este "no es un caso aislado". Así, ha animado a que la gente no se calle y a que denuncie. "No nos van a callar la boca", ha reiterado.

Por su lado, la portavoz de Podemos, Laura Camargo, ha censurado que los compañeros de la víctima "por el hecho de ser lesbiana y no ocultarlo" decidieron hacerla "blanco de su acoso". "En las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad tiene que reinar la igualdad y la justicia y no la homofobia y el machismo", ha recalcado.

Junto a Camargo y De la Concha, se encontraban otros miembros de su formación como Carlos Saura, Aurora Jhardi o Sandra Espeja.

Los acusados han negado los hechos

Los miembros de la Policía Local acusados por, presuntamente, "humillar, menospreciar y ridiculizar" a su compañera han negado que se produjeran los hechos de los que se les acusa.

En el juicio, el principal acusado, R.P., que se enfrenta a una pena de 10,9 años de prisión, solo ha contestado a su abogado defensor y ha negado, en concreto, que rompiera varios huevos en la moto de su compañera. "Sufrí un acto vandálico", ha explicado.

Sin embargo, según el fiscal, R.P., tras usar la moto de la víctima, le rompió huevos en la misma y le preguntó si le había gustado la tortilla en referencia a su condición de homosexual.

Por su lado, su otro compañero de la unidad motorizada, A.J., a quien el Ministerio Fiscal le pide una pena de 6,6 años de cárcel, ha dicho que desde 2013 --momento en el que se reincorporó al cuerpo-- "nunca" coincidió con la víctima y que "nunca" presentaron una queja contra él en referencia a los hechos de los que se le acusa.

Asimismo, el subinspector acusado, R.E. --a quien el fiscal le pide 4,6 años-- ha dicho que su relación profesional con la víctima era "normal", la que se da entre un "agente y un subinspector".

En este sentido, ha dicho que "jamás" ha tenido una queja por este tipo de asuntos. "Hay compañeros que tienen la condición de homosexuales y son amigos míos", ha dicho para luego añadir que "no hubiese permitido" que pasara algo similar.