Sacar tajada

Congreso de los Diputados.
Congreso de los diputados.
Agencias

Vienen unos señores del PNV y condicionan a todo un hemiciclo. Llegan al Congreso los cinco diputados del PNV y ejercen el poder de 50. Así lleva transitando la democracia española desde hace décadas, permitiendo sin rubor que unos pocos decidan el dinero de casi todos. Los pactos son democráticos, pero los trágalas amenazantes en ningún caso. Y los nacionalistas vascos y catalanes se han aprovechado antes y ahora de la escasa capacidad de negociación de los grandes partidos, empeñados en mirar la paja en el ojo ajeno y nulos para comprender que el interés general se sitúa por encima de los prejuicios. Solo así puede entenderse la lamentable cesión al PNV, mientras otras comunidades reclaman sin éxito reivindicaciones históricas que nunca llegan, como en el caso de Aragón. Como si se tratara de un ‘déjà vu’, volvemos a las inversiones plurianuales, al sí pero no, al avance lento de las grandes aspiraciones, como el Canfranc. Todos los años los mismos sacan tajada, pero nunca la saca Aragón. Acaso sería deseable que antes de depositar el voto en la urna los partidos aclararan si van a caer en el mismo error del peaje nacionalista.