La Guardia Civil investiga un presunto caso de acoso escolar y agresiones a un niño de 13 años en Roquetas de Mar
En noviembre de 2017 el centro cerró "el caso por considerar que no había sido de gravedad", tras lo cual se habría producido una nueva agresión.
La Guardia Civil investiga un presunto caso de acoso escolar a un menor de 13 años en el IES Turianana de Roquetas de Mar (Almería) a raíz de la denuncia interpuesta por el padre, quien detalla varios presuntos episodios de agresión por los que tuvo que ser atendido en un centro de salud con la expedición de hasta "cinco partes de lesiones".
Un portavoz del Instituto Armado ha confirmado a Europa Press que la denuncia fue presentada por el progenitor en la tarde del miércoles ya que agentes de la Policía Judicial contactaron con él después de que hiciese pública la situación vivida por su hijo desde principio del curso en un medio de comunicación.
En la denuncia, adelantada por el diario digital 'Almería Hoy', se señala a cuatro alumnos de origen subsahariano de 3º de ESO y se alude a una primera agresión tras la que la dirección del centro habría abierto "protocolo interno por acoso escolar para esclarecer los hechos". Al parecer, lo "tiraron al suelo a empujones y le pegaron una patada en la boca".
Indica que, en noviembre de 2017, se comunicó por parte de esta dirección que había sido cerrado "el caso por considerar que no había sido de gravedad y no existe acoso escolar", tras lo cual se habría producido una nueva agresión.
Así, relata que en diciembre "los mismos cuatro alumnos" habrían vuelto a agredir a su hijo, "golpeándolo contra una barandilla, lo que provocó lesiones en una costilla", y que, a raíz de esto, "nuevamente" le informaron desde el IES de que "volverían a abrir un nuevo caso por posible acoso escolar".
La denuncia ante la Guardia Civil refiere un tercer episodio que habría ocurrido el pasado mes de enero y en el que habrían participado tres de los cuatro alumnos a los que identifica como atacantes.
Según detalla, "volvieron a agredir a su hijo, zarandeándolo y provocando que se golpeara fuertemente en el codo contra la pared", unos hechos que se habría repetido en febrero "cuando provocaron que se cayese por unas escaleras" y en abril "con una patada que le hizo un esguince de tobillo".
