Este martes se publicaba un vídeo en el que se ve a Cristina Cifuentes retenida por el vigilante de seguridad en un supermercado madrileño de la cadena Eroski tras supuestamente haberse llevado sin pagar dos botes de crema en el año 2011, cuando entonces era número dos de la Asamblea de Madrid. Un vídeo que sumado a varias semanas envuelta en la polémica por su máster de la Universidad Rey Juan Carlos ha provocado horas después la dimisión de la presidenta de la Comunidad de Madrid.

Pero el de Cifuentes no es el único caso conocido de famoso cazado robando en alguna tienda o supermercado. De hecho,  en 1986, el entonces diputado del Partido Liberal José Miguel Bravo de Laguna fue pillado en unos conocidos almacenes londinenses con un pijama que no había pagado. Para que le dejaran hablar con la embajada se identificó como diputado español. Aquel episodio le obligó a dimitir.

A continuación recopilamos algunos de los más conocidos.

Winona Rayder

Es uno de los más casos más sonados. La actriz estadounidense fue acusada de haber robado vestimenta y otros artículos de lujo en una prestigiosa tienda de Los Ángeles por valor de 6.000 dólares. Fue condenada a tres años de libertad condicional, además del pago por lo correspondiente al material sustraído.

Britney Spears

Menor fue el hurto cometido por la princesa del pop. La propia Britney reconoció haber robado en alguna ocasión. Una vez fue en una gasolinera en la que paró a repostar y no pudo resistir la tentación de robar un mechero. La otra fue en una tienda para mayores de edad en la que robó una peluca. Ambos hurtos ocurrieron durante su época más polémica, en la que se rapó la cabeza y abusó del alcohol.

Lindsay Lohan

La actriz fue condenada a cuatro meses de prisión y a casi 500 horas de trabajos comunitarios por el robo de un collar de oro en una joyería estadounidense valorado en 2.500 dólares.

Megan Fox

La actriz ha confesado en varias ocasiones haber cometido pequeños hurtos durante su adolescencia. Ejemplo de ello es el robo de un lápiz de labios de siete dólares en un establecimiento Wal-Mart de Florida al que no puede acceder desde entonces.