Varios peritos del Instituto Torroja de Ciencias de la Construcción (que pertenece al CSIC) abrirán el lunes una cripta del Valle de los Caídos para empezar la exhumación de los cuerpos de los hermanos bilbilitanos Manuel y Antonio Ramiro Lapeña Altabás. La familia de los dos fusilados de la Guerra Civil obtuvo el permiso en el Juzgado de Primera Instancia 2 de San Lorenzo de El Escorial en 2016 y Patrimonio Nacional ha autorizado ahora a los técnicos que entren el próximo lunes (que está cerrado al público) y el martes para acceder con microcámaras. De esta manera, tras utilizar un taladrador, podrán acceder con la cámara al nivel 3 donde están sepultados 81 bilbilitanos en 9 cajas para realizar un informe sobre las condiciones en que están los restos y poder exhumarlos.

"Sabemos que recomponerlo es muy difícil. No nos dejan estar presentes, aunque habíamos propuesto llevar al forense Francisco Echeverría", apuntó Miguel Ángel Capapé, marido de Purificación Lapeña, que es nieta del fallecido Manuel. "Puede realizarse una prueba de ADN extirpando una muela o un fémur de los restos para determinar si son de los hermanos Lapeña", manifestó.

La autorización dictada por Patrimonio Nacional se dirige al prior administrador de la abadía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, Santiago Cantera. En ella se informa del inicio de los tareas para ejecutar el auto dictado hace dos años por el Juzgado de primera Instancia número 2 de San Lorenzo de El Escorial, que autorizó esta exhumación.

El avance del proceso se produjo el pasado 20 de marzo cuando la comunidad benedictina, que lleva el Valle de los Caídos, desitió del recurso interpuesto en vía contencioso administrativa en la Audiencia Nacional y desbloqueó el proceso después de un pronunciamiento de la Conferencia Episcopal.

Miguel Ángel Capapé se mostró sorprendido este jueves de que su familia haya pasado un calvario judicial para que Patrimonio Nacional haya logrado el desbloqueo y que, al mismo tiempo de exhumar a los dos fusilados de Calatayud, se va a proceder igual con dos soldados nacionales, cuyas familias lo han solicitado sin llegar a los juzgados. "Hay otros ocho o nueve casos como los nuestros que siguen el mismo camino", agregó Capapé.

Manuel Lapeña fue fundador de la CNT en Calatayud y fue fusilado en julio de 1936 en un barranco. Tras estos hechos, su hermano Antonio se ocultó, pero se entregó en octubre de ese año a las autoridades y poco después fue fusilado en la tapia del cementerio. Sus restos están entre los 81 fallecidos en Calatayud llevados a los Caídos.