Esperanza Aguirre, la caja b del PP, la bronca con Rufián y "el pobre hombre argentino"

Las declaraciones de la expresidenta madrileña, Esperanza Aguirre, en el Congreso de los Diputados, no han dejado indiferente a nadie.

Rufián y Aguirre se miden en la Comisión de Investigación de la financiación del PP
Rufián y Aguirre se miden en la Comisión de Investigación de la financiación del PP

La expresidenta madrileña Esperanza Aguirre ha afirmado en el Congreso que, hasta donde ella sabe, "no ha habido ninguna financiación ilegal del PP de Madrid", aunque ha reconocido que cometió un "error craso" por no vigilar sus cuentas, de las que en todo caso no se encargaba.

Aguirre y su sucesor en la presidencia madrileña, Ignacio González, han declarado en la comisión de investigación de la supuesta financiación irregular el PP y ambos han negado que en el partido madrileño existiera una caja b, aunque los dos han dejado claro que no se encargaban de temas financieros.

Aunque al principio Aguirre ha dicho no querer opinar sobre la polémica de Cristina Cifuentes, al término de su declaración ha afirmado, a preguntas sobre el tema, que "en España dimitir es fatal, resistir es lo que se lleva" y ha aconsejado a quienes se resisten en sus cargos que "en casa se está muy bien".

La expresidenta ha protagonizado una declaración llena de chascarrillos, en la que ha tildado de "pobre hombre argentino" al dueño de Over Marketing, Daniel Mercano -que ha reconocido pagos en negro al PP-, ha instado en varias ocasiones a los diputados a leer su libro y ha negado que confundiera a José Saramago con "una señora".

Aguirre ha afirmado que como presidenta del PP regional, cargo que ostentó de 2004 a 2016, "era responsable de todo lo que ocurría en el PP de Madrid, incluidas las finanzas", pero que ella no montó "ningún sistema de financiación" ni se encargó "jamás" de las cuentas.

"Que yo sepa no ha habido ninguna financiación ilegal del PP de Madrid", ha dicho Aguirre, y ha opinado que tiene "la impresión de que más bien es una financiación de los bolsillos particulares de algunas personas que del propio partido".

Sin embargo, la expresidenta ha reconocido que nunca vigiló las cuentas, lo que fue un "error craso". Por eso, decidió dimitir sin buscar "excusas", una dimisión "in vigilando" que, ha destacado, solo ha ocurrido en dos ocasiones en la democracia española.

"Cuando llegué a la Comunidad de Madrid no me podía imaginar que nadie que estuviera en mi partido pudiera hacer nada, no ya delictivo, sino incorrecto" y tuvo que dimitir, ha dicho, "porque había indicios muy importantes", especialmente contra el exconsejero arrepentido de Gürtel Alberto López Viejo.

En todo caso, ha defendido que le gustaría que exculpasen a González y al exconsejero Francisco Granados de los casos en los que están imputados y que ella sigue "incólume" porque no se ha "metido nunca en el urbanismo".

Aguirre ha protagonizado un rifirrafe casi en clave de humor con Oskar Matute, de Bildu, quien le ha hecho ver en un momento dado que no le estaba haciendo en caso. "A rolex y a setas", le ha dicho entonces Aguirre, a lo que Matute ha respondido que "o a ranas o a sapos, depende de cómo se mire".

En varias ocasiones ha hecho referencia a su libro en el que relató, entre otras cosas, su reunión con Mariano Rajoy sobre los "pelotazos" en dos municipios madrileños que fueron investigados en Gürtel.

Ha instado a los diputados a leerlo y Matute le ha respondido que ya está leyendo otro de Saramago, "pero de José, el portugués". Aguirre ha recordado entonces cuando se dijo que ella confundió al escritor con "una señora", lo que es "mentira".

El interrogatorio de Rufián

Como también ha hecho con González, el diputado de ERC Gabriel Rufián ha protagonizado con Aguirre un interrogatorio provocador que ha derivado en un rifirrafe con el presidente de la comisión, Pedro Quevedo, quien ha amenazado con echarle de la sala.

Rufián y Aguirre se miden en la Comisión de Investigación de la financiación del PP

La escena con Quevedo ha empezado cuando Aguirre ha lamentado que no le preguntara por los Comités de Defensa de la República (CDR) y su imputación de terrorismo, y ha derivado en un enfrentamiento en el que el diputado de ERC ha llegado a decirle a Quevedo que no le diera "lecciones sobre preguntas sobre corrupción".

Ante las "intervenciones inaceptables" de Rufián, el diputado del PP Carlos Rojas ha anunciado que presentará una queja ante la Mesa del Congreso, ha pedido disculpas a Aguirre en su nombre y ha mostrado su apoyo a Quevedo.

Antes de Aguirre ha declarado González, que estuvo en prisión más de 6 meses por el caso Lezo y quien también ha negado haber conocido ninguna financiación irregular del PP madrileño, haber presionado o haber recibido presiones para adjudicaciones.

Sí ha reconocido González que le "extrañó" que el extesorero del partido Álvaro Lapuerta mostrara interés por las adjudicaciones y los planes urbanísticos de la Comunidad de Madrid, lo que puso en conocimiento de Aguirre.

González asegurado que "nadie ha podido acreditar que haya recibido dinero", que tenga un patrimonio "oculto", sociedades o dinero en el extranjero ni "nada" de lo que se le está acusando desde hace tres años.

Se ha quejado también de que durante todo el tiempo de investigación judicial "secreta" ha sido objeto de seguimientos "24 horas", de pinchazos, "han puesto micrófonos" en sus coches y "han perseguido" a toda su familia.

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