Camino Soria

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes.
EFE/ Víctor Lerena

La historia de los currículos floreados en la política es amplia. No ha sido Cristina Cifuentes quien la ha escrito y tampoco el PP es el único partido afectado por casos que, en la España de la picaresca y la corruptela, no llegan a ser del todo escandalosos pese a sacar los colores a cualquiera. Desde los tiempos de Luis Roldán, pasando por los de Pilar Rahola, Elena Valenciano o Juan Manuel Moreno, hasta los de Juan Carlos Monedero e Íñigo Errejón, ha habido licenciaturas inacabadas, doctorados fantasma y becas de posgrado o másteres fuleros. Aun con todo eso, el rosario de dudas y medias verdades trenzado por Cifuentes está a punto de marcar un hito en esa historia mísera de quienes quieren aparentar lo que no son o maquillar sus limitaciones con títulos tómbola. El debate ha saltado de lo meramente académico a lo ético y lo ontológico. Si es o no es y si Cifuentes dice o no la verdad. Si no lo ha hecho, irá camino Soria –el ministro de su partido que tuvo que dimitir tras negar la evidencia de que tenía intereses en paraísos fiscales– exclusivamente por haber mentido. Más que por carecer de un máster que acaso no le hubiera servido para tanto ni en la política ni en la vida.