Un testigo protegido revela que los Mossos vigilaron a la Policía y a la Guardia Civil

Según señala, recibieron órdenes de vigilar a los "escudos" y a los "banderines", es decir, a los policías nacionales y a los guardias civiles, respectivamente.

Seis jueces investigan la actuación de los Mossos por no impedir la votación
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Efe

Un testigo protegido ha desvelado que los Mossos d'Esquadra tenían orden de informar de los movimientos de la Guardia Civil y de la Policía para impedir el referéndum ilegal del 1-O en Cataluña y ha revelado su actitud de total "pasividad" incluso cuando los guardias civiles eran agredidos.

La juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela ha incorporado el testimonio de este testigo protegido identificado con la clave 1-O en el auto en el que ha procesado al mayor de los Mossos Josep Lluis Trapero, al exdirector del cuerpo Pere Soler y al ex secretario general de Interior César Puig, por sedición y pertenencia a banda criminal por el asedio a la Conselleria de Economía y por el 1-O.

En el auto, la juez incluye ese testimonio que procede de la investigación abierta en el Juzgado de Instrucción número 4 de Llérida sobre lo ocurrido el 1-O. La juez no aporta datos sobre el testigo, si bien varias fuentes han subrayado durante la investigación que ha habido mossos que han colaborado como testigos protegidos en las pesquisas de los jueces y de la Guardia Civil.

En este caso, informó de una orden genérica dada a todos los equipos de la policía autonómica para informar de todos los movimientos que se observasen tanto de la Guardia Civil como de la Policía Nacional.

La juez, a partir de esa declaración, de la documentación que aportó y de las declaraciones prestadas por los agentes de la Guardia Civil destinados en la Comandancia de Lérida, concluye que en esa provincia los Mossos recibieron órdenes de vigilar a los "escudos" y a los "banderines", es decir, a los policías nacionales y a los guardias civiles, respectivamente.

A su juicio, hubo "vigilancias efectivas" por orden de la Sala Regional de los Mossos de Lérida a la Comandancia de la Guardia Civil en la provincia para informar de todas las salidas de vehículos y personal.

Pero el testigo protegido también puso de manifiesto que se recibió información por la emisora de los Mossos de la marca y modelo de los vehículos que salían de la Comandancia, el número de personas que iban dentro y los objetos que portaban.

Además, subrayó la actitud de "total pasividad" de los mossos cuando los guardias civiles llegaban a los colegios electorales, incluso "al ser agredidos los agentes por la gente congregada", y de "total alejamiento respecto de los guardias civiles, desoyendo sus peticiones de colaboración".

Relató el testigo que se dieron indicaciones en los briefings para que no se actuase por parte de los agentes, "hasta el punto que prohibieron gran número de acciones, entre ellas, entrar a la fuerza".

En las instrucciones recibidas, se incluyó que no se hiciera uso de la defensa, por lo que muchos efectivos optaron por no llevar la porra. De hecho, según el mismo testigo, se les indicó en un briefing previo "que lo mejor era dejar todo el material antidisturbios en el furgón y que si no se podía entrar (en los colegios) pidiéndolo por favor, que no se entrara".

La juez añade que a las unidades de furgones no se les requirió para entrar en ningún sitio de la provincia de Lérida y que, según confirmó el testigo, muchas actas de cierre de colegios se hicieron tras la finalización de las votaciones.

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