Efecto saludable

Manifestación del Día de la Mujer en Zaragoza.
Manifestación del Día de la Mujer en Zaragoza.
José Miguel Marco

El manifiesto que acompañaba a la masiva manifestación feminista del jueves contiene unos cuantos dejes anticapitalistas y no poca fraseología sectaria. Pero es lo de menos. Afortunadamente, no hace falta estar contra el capitalismo ni suscribir dicho escrito para apoyar el eje fundamental de la movilización: la exigencia de que la igualdad de derechos entre ambos sexos sea real y efectiva. Lo ocurrido este 8 de Marzo en las calles de España, con cientos de miles de mujeres clamando por sus derechos, debería tener un efecto saludable sobre la política nacional. En primer lugar, porque obliga a todos, no solo a los dirigentes, a esforzarse para superar una injusta y prolongada discriminación. Pero también, porque exige a gobernantes y partidos que empiecen a ocuparse de los asuntos que de verdad afectan a la vida de los españoles, mujeres y hombres, y que no desaprovechen ni un día más en una legislatura que no puede, ante el llamamiento urgente de la ciudadanía, dejarse perder en la pasividad. Quien pretenda, desde la tribuna parlamentaria, apropiarse de las movilizaciones del jueves se equivocará gravemente. Pero aún más, quien se haga el sordo y no se dé por enterado.