Investigan si el helicóptero Pegasus de la DGT fue utilizado para un viaje privado a una bodega
Sus ocupantes se enfrentarían a entre dos y cuatro años de cárcel por un presunto delito de malversación de demostrarse que hicieron uso particular del aparato.
El 29 de agosto de 2015, los vecinos de Fompedraza se vieron sorprendidos por la presencia de un helicóptero Pegasus de la DGT, encargado de sobrevolar las carreteras para detectar infracciones de tráfico. Sin embargo, no lo vieron en el cielo, sino posado junto a una finca próxima a una bodega de la pequeña localidad, situada a nueve kilómetros del sur de Peñafiel.
En torno a las 11.30 de ese día, en plena operación salida, uno de los Pegasus asignados a la Unidad Central de Tráfico en Madrid aterrizó junto a la carretera que une Peñafiel y Cuéllar en las inmediaciones de una bodega, según recoge 'El Norte de Castilla'.
El helicóptero, en teoría, no debería haber viajado hasta ahí, pues ese territorio debía ser controlado por el aparato de la DGT correspondiente a Castilla y León. El misterio que llevó a los dos tripulantes -un guardia civil y un operario de la DGT- a aterrizar en esa parcela, a 200 kilómetros de su base aérea ha obligado al Juzgado de Instrucción número 5 a abrir una investigación penal para determinar si los funcionarios cometieron un presunto delito de malversación de caudales públicos.
Años antes, el caso ya había sido denunciado por un particular y se abrió un expediente disciplinario por Parte de la Dirección General de Tráfico. La investigación fue archivada por el Ministerio de Interior por falta de pruebas, pero el caso terminó en Fiscalía de Valladolid y una vez abiertas las diligencias, continúan las pesquisas.
De demostrarse que los tripulantes realizaron un viaje particular a bordo del Pegasus, se enfrentarían a entre dos y cuatro años de cárcel y serían inhabilitados para ejercer el empleo público. Y es que el valor del helicóptero asciende a cuatro millones de euros y cada hora de vuelo tiene un coste estimado de 1.500 euros.
