Juzgan a dos guardias civiles en Gerona por secuestro

La fiscalía atribuye a los dos guardias civiles y a otros dos acusados un delito de robo con violencia con el uso de un instrumento peligroso, uno de detención ilegal y dos de lesiones leves.

Un coche de la Guardia Civil
La Audiencia de Gerona ha empezado a juzgar a dos agentes de la Guardia Civil.
Guardia Civil

La Audiencia de Gerona ha empezado a juzgar a dos agentes de la Guardia Civil del cuartel de Igualada acusados de secuestrar a un vecino de Gerona el 6 de noviembre de 2013, llevarlo esposado a una zona boscosa, amenazarlo con pistolas y exigirle dinero.

Junto a los acusados se detuvo a otros dos hombres, el dueño de una empresa de Sils, Manuel R.P., y un vecino de Santa Coloma de Farners, Manuel D.D., de los que los investigadores concluyeron que habían participado en los hechos.

La fiscalía atribuye a los cuatro imputados un delito de robo con violencia con el uso de instrumento peligroso, uno de detención ilegal y dos de lesiones leves.

Por estos delitos, pide nueve años de cárcel para los dos agentes de la Guardia Civil del cuartel de Igualada, Jesús Isaac M. y José Antonio S., y ocho años para Manuel R.P. y Manuel D.D.

El abogado de la acusación, Joan Pere Zapata, eleva la petición de pena a 38 años para los dos guardias civiles y a 29 años para los otros dos acusados por dos delitos de detención ilegal, dos de robo con violencia e intimidación, dos de lesiones y otro de pertenencia a un grupo criminal.

Según el fiscal, los dos agentes se pusieron de acuerdo con los otros dos hombres para esperar a la víctima, que tiene antecedentes por tráfico de drogas, en el portal de su casa, cargarla en un coche y llevársela hasta un descampado de Vilablareix para extorsionarla.

Los cuatro procesados declararán este jueves al final del juicio, mientras que, en la de este miércoles, lo ha hecho la víctima, que pasó "mucho miedo" y que, como no dejaban de darle golpes y de apuntarle con una pistola, llegó a pensar que lo matarían.

El hombre ha explicado que, a mediodía del 6 de noviembre de 2013, salió de su casa y se encontró en el portal con tres de los acusados, que le dijeron que estaban allí para tratar de alquilar un piso, aunque él desconfió.

La víctima fue a recoger a su esposa y ambos regresaron al edificio sobre las 13:30 horas, momento en el que presuntamente los procesados les rodearon y uno de ellos sacó una placa identificándose como guardia civil y les dijo que tenían que registrar su casa.

El hombre reclamó la orden judicial y fue esposado y amenazado con una pistola con la que golpearon a la mujer y le quitaron el teléfono móvil, mientras a él lo subieron a un coche con el pretexto de dirigirse a la comandancia de Gerona, aunque lo llevaron a un descampado de Vilablareix.

Según la víctima, durante el camino le exigieron entre 50.000 y 100.000 euros y, ya en el bosque y esposado, le pusieron una pistola en la cabeza y le golpearon por todo el cuerpo.

"Creí que me iban a matar, todo el tiempo sabían lo que se hacían, actuaban como un grupo e incluso a uno de ellos, al que conducía, le llamaban jefe", ha mantenido.

Con la excusa de que tenía 10.000 euros en su casa, el hombre consiguió que le dejasen regresar al domicilio, desde donde llamó a la policía e, inmediatamente, se personó una patrulla que localizó a dos individuos en actitud sospechosa.

Ambos explicaron que eran agentes de la Guardia Civil de Barcelona, que estaban en un operativo antidroga, pero fueron instados a confirmar ese testimonio y trasladados a la comandancia de Gerona donde su versión fue desmontada.

El juicio sigue mañana con la declaración de los cuatro acusados.

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