Niños con cáncer

El jueves pasado se celebró el Día Internacional del Niño con Cáncer, conmemoración que pone en primer plano que lo más importante es la salud. Cuando ves a niños enfermos de cáncer o de cualquier otra enfermedad grave, no se puede aceptar que en España y en el mundo se dediquen recursos insuficientes para buscar soluciones médicas a tanto sufrimiento de los más pequeños.

En nuestro país todavía indigna más que haya jóvenes capacitados y dispuestos e incluso ilusionados con dedicar su vida profesional a la investigación para salvar vidas o para aliviarlas gracias al fruto de su buen trabajo, mientras nuestros gobernantes no asignan los recursos públicos necesarios para evitarlo, y nuestros jóvenes tienen que marcharse fuera de España.

Pero indigna de aquellas maneras, porque quienes nos dirigen no sienten una presión importante de los ciudadanos para mejorar la sanidad o la investigación, no la hay de forma manifiesta, y sí son conscientes de que en general no se está por pagar más impuestos, aunque estos puedan servir para mejorar el bienestar general.

Dedicar más dinero a sanidad y a investigar no solo es posible aumentando los impuestos, también mejorando la gestión de los servicios públicos, consiguiendo que los defraudadores paguen lo que les corresponda, y también que los servidores públicos cumplan debidamente con sus deberes laborales.

Antes de subir o de bajar impuestos, ¿por qué los gobernantes no dicen lo que cuesta la sanidad pública en España y los recursos que se dedican a ella, y nos dicen también lo que dedican los países vecinos de la Unión Europea? ¿Por qué no conocemos los recursos que necesitaría un bienestar ciudadano en España similar al de países como Francia, Italia, Alemania…, en concreto los recursos públicos que precisarían para satisfacción de todos, la sanidad, la investigación, la atención a la dependencia, las ayudas sociales…?

Llevamos un tiempo en España en el que parece que vivimos en un país de abundancia, en el que todo el mundo vive fenomenal (incluidos los catalanes), y por eso queda mucho tiempo para que los políticos se entretengan con la independencia de Cataluña. Lamentable, cuando tantos problemas y tantas necesidades hay por atender.