Rajoy irá de 'tour' rural para desmontar la reforma electoral que promueve Ciudadanos

Según el PP, Ciudadanos y Podemos desprecian la España interior y planean reformas que solo les benefician a ellos.

Mariano Rajoy, presidente del Gobierno.
Rajoy espera aprobar los Presupuestos "si se impone el sentido común" y no otros intereses
Reuters

El PP va a contraatacar a Ciudadanos y su pretendida reforma electoral con una campaña específica en la que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, visitará numerosos pueblos repitiendo un mensaje: tanto el partido de Albert Rivera como Podemos quieren quitarle representación a la España interior.

Fuentes de la dirección nacional del PP han confirmado que el partido prepara este 'tour' de su líder con un doble objetivo.

Por un lado, el de subrayar que Ciudadanos y Podemos desprecian la España interior -que les vota menos- y quieren acabar por eso con su representación, aunque en su empeño favorezcan, por ejemplo, a los independentistas, que tendrían muchos más escaños con un sistema más proporcional.

Y por otro, el partido del Gobierno admite que ya está en 'modo' precampaña electoral, y entiende uno de los escenarios en los que mejor se mueve el presidente es la calle, sobre todo en los pueblos, donde después de participar en actos del partido le gusta pasearse, entrar en comercios y bares y hablar y fotografiarse con simpatizantes y votantes.

El PP ya se está preparando para este contraataque y dispone de datos que confirman sus tesis.

Así, el partido ha hecho una estimación de cómo quedaría el mapa de escaños, en un informe que concluye que la reforma de Cs y Podemos "destroza" la representación de la España interior menos poblada mientras permitiría que el número de diputados independentistas en Cataluña aumentase considerablemente.

El documento apunta así que mientras ahora en el Congreso hay ochenta diputados representando a los votantes de Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura, Aragón y La Rioja, con la reforma que plantean los nuevos partidos se quedarían en 55.

Y con esa reforma, además, Cataluña pasaría de 47 a 56 representantes en el Congreso.

El PP admite que perdería entre quince y veinte diputados, mientras los socialistas reducirían en ocho o diez sus escaños en estas zonas, aunque insiste en que los mayores perjudicados serían los votantes de esas zonas, porque al perder representatividad tendrían también menos influencia nacional en el Parlamento.

Ciudadanos anunció a finales de enero su intención de promover la reforma electoral e inició una ronda de contactos que, al menos en esta cuestión, le ha acercado a Podemos, porque ambas formaciones comparten muchos principios de dicha reforma y quieren un sistema más proporcional que el actual.

Sin embargo, el PSOE dio ayer un portazo a la propuesta por entender que Ciudadanos la plantea "calculadora en mano" y con el único objetivo de conseguir más escaños, pero sin pensar en el conjunto de los españoles.

En la misma línea está el PP. Aunque aún no se ha reunido con Ciudadanos -lo hará la semana que viene- al partido de Rajoy no le gusta la reforma porque entiende que tanto la formación naranja naranja como Podemos están planteando reformas que les benefician solo a ellos.

Además de incidir en lo que apunta su informe sobre reducir la representación de la España interior, los 'populares' continuarán con otra idea que ya están defendiendo estos días, desde que Cs empezó a hablar del asunto.

Se trata de la pretensión que siempre ha tenido el PP de que gobierne en todo caso la lista más votada.

En su pacto para la investidura de Mariano Rajoy, PP y Cs se comprometían a impulsar una reforma electoral que contemplase la mejora de la proporcionalidad, la elección directa de alcaldes y el desbloqueo de las listas electorales.

Y en ese texto el PP se "reservaba" la posibilidad de presentar iniciativas para que gobierne la lista más votada. Ahora el PP le recuerda a Ciudadanos aquel aviso.

Fuentes de la dirección 'popular' subrayan que Cs no quiere ni oír hablar de esta propuesta porque les impediría ser, como ellos pretenden, "bisagra de todo tipo" y "con cualquiera".

Pero el partido de Rajoy insistirá en esta idea, sobre todo cuando el presidente vaya por la España interior.

Los 'populares' entienden que no hay tiempo que perder y están seguros de que este programa de visitas rurales -que se prolongará hasta el verano alternando con las convenciones previstas- les puede ayudar mucho a conseguir votantes y recuperar la confianza que según las encuestas están perdiendo, como les pasó en junio de 2016.

Entonces, el partido de Rajoy logró recuperar catorce escaños respecto a diciembre de 2015 con una campaña centrada en actos pequeños, pueblos y visitas de Rajoy a las provincias en las que el PP había perdido escaños por muy pocos votos que se habían ido a Ciudadanos -sin que ese partido lograse diputado- y que en muchos casos volvieron a los 'populares' ante la llamada al voto útil.

El guión, casi dos años después, se repite: Cuanto más tiempo pase Rajoy en la calle, mejor.

Entienden además en Génova que su líder es el 'rey' de la calle frente a sus rivales, a los que no se les da tan bien, y citan en concreto a Albert Rivera. Muy poco dado, dicen en el PP, al contacto con la gente.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión