Los quintos de un Rey muy preparado

El rincón del príncipe Felipe en el restaurante El Fuelle recibe al bailarín Miguel Ángel Berna; al decano de Derecho, Javier López; a la escritora Luz Gabás, a la consultora Ana Hernández y al exfutbolista Alberto Belsué para hablar del Rey. Todos cumplen 50 este año.

Los zaragozanos Alberto Belsué, exfutbolista del Real Zaragoza, y Miguel Ángel Berna, bailarín, hicieron el servicio militar en la Academia General Militar, pero no coincidieron con don Felipe, que llegó a Zaragoza, con 17 años, el 2 de septiembre de 1985. Ambos lo han conocido después por sus respectivas profesiones. La escritora Luz Gabás, nacida en Monzón, acude desde Benasque ex profeso para este encuentro poco antes de cumplir los 50 años (dos días antes que el Rey). Es la condición para participar en esta tertulia: haber nacido en 1968. Javier López Sánchez, un madrileño que es decano de la Facultad de Derecho en la Universidad de Zaragoza, se une a la cita en el restaurante El Fuelle, al que solía acudir don Felipe cuando estudiaba en Zaragoza. La charla arranca con la consultora Ana Hernández, una grausina que reside en la capital aragonesa, y que apunta que sus dos hijos tienen la misma edad que las hijas de los reyes. Forman parte de la generación aragonesa de Felipe VI, y vienen dispuestos a valorar su reinado, que empezó el 19 de junio de 2014, aunque todos coinciden en que "parece que ha pasado más tiempo".

Los cinco consideran que "la juventud" del Rey, con sus 50 años, ha facilitado "la modernización de la monarquía" y que el país ha vivido un "cambio necesario" al asumir él sus responsabilidades como jefe de Estado, con las dificultades que afronta. Así se expresa el exfutbolista Alberto Belsué, que también se ve "joven", aunque asegura que ha vivido mucho en medio siglo: "Ganamos la Recopa hace 23 años, me retiré del fútbol hace 17 y tengo tres hijos de 23, 21 y 14 años". "En la selección española coincidí varias veces con el entonces Príncipe y era alguien muy campechano, como seguro que también era aquí, en El Fuelle. Era muy deportista y entró al vestuario para felicitarnos después de un partido en Inglaterra", recuerda Belsué, actual delegado de La Romareda.

"Destaca la profesionalidad con la que desempeña su tarea de Rey, porque se ha preparado específicamente para eso, y se le nota. A veces parece que lo tiene ensayado, pero es que es un jefe del Estado. Es muy prudente en lo que dice y mide lo que hace", dice Javier López, profesor de Derecho Procesal. Ana Hernández apunta que el comportamiento de don Felipe demuestra que su generación, la del 68, está "muy preparada". "Él y nosotros. Nuestra generación, en menos años, hemos cambiado más cosas que otras, y sin protestas ni rebeliones. Adaptándonos. Aunque nos queda mucho y tenemos ganas de hacerlo", defiende.

La escritora Luz Gabás recuerda que con 18 años, al entrar en la universidad, eran jóvenes "rebeldes", pero que luego se supieron adaptar. Ahora ella se define como "prudente, sensata y moderada" y al mismo tiempo con "sentido del humor". "He hablado un par de veces con el Rey y se le nota enseguida que es brillante. Pero en cualquier momento puede contar un chiste, porque también tiene un registro de sentido del humor", apostilla.

Esa "prudencia" que les caracteriza a todos, y que parece haber desaparecido en un mundo dominado ahora por las redes sociales, va de la mano del "respeto a los padres". En ese sentido, Alberto Belsué cree que Felipe VI ha tenido un maestro "muy importante" en la figura del suyo, el rey Juan Carlos. "Además de respeto a nuestros padres, les tenemos admiración por muchas cosas", señala Ana Hernández. Los cinco echan la vista atrás y enseguida aparecen la Transición, el golpe de Estado del 23-F y la Constitución. Aunque la llegada de la democracia en 1977 les pilló siendo niños, crecieron amparados por la Carta Magna del 1978 y al entrar en la universidad, "se valoraba tanto lo que había hecho" la generación anterior, señala el decano de Derecho, que no se plantearon modificarlo, para "no estropearlo". En eso se distancian de los jóvenes actuales, que, según creen los cinco, "no lo ven tan intocable".

Cuando se conoció la noticia del golpe de Estado, Belsué, con 12 años, estaba entrenando en el Stadium Casablanca. El ensayo se paró inmediatamente y los responsables mandaron a los chicos a casa "aturdidos", cruzando la ciudad de extremo a extremo. "Mi padre era de la UGT y fueron a la empresa a tirar documentos, por si acaso. El papel que tuvieron el Rey (Juan Carlos) y los políticos de entonces fue fundamental", indica el futbolista. "Había miedo de que volviera otra guerra", apunta Luz Gabás. "Como hablaba francés, me pusieron a oír la radio francesa a ver qué decían, porque en Graus estaban decidiendo quiénes se iban y quiénes se quedaban en el pueblo", dice Ana Hernández.

El bailarín Miguel Ángel Berna tiene muy claro el "gran papel que tuvo el Rey en el 23-F" y ahora, con el cambio de los tiempos, reflexiona sobre la "funcionalidad de la monarquía". "Nosotros no vivimos una guerra y él tampoco, porque es quinto nuestro. El miedo lo pasamos con el golpe de Estado", indica el bailarín, quien coincidió con el Rey en un acto en la fundación Príncipe de Gerona. Berna cree que en el tiempo que lleva en el cargo, el Monarca ha ganado "rasmia", sobre todo al complicársele el papel con la crisis de Cataluña. "Los tiempos han cambiado y tengo el máximo respeto por su función", reconoce.

Luz Gabás hizo una encuesta en su casa sobre si conocían a los jefes de Estado de países europeos y su familia solo sabía los nombres de los reyes. "Representan la imagen de unidad como pasa con Felipe", dice. "No me imagino eligiendo por sufragio al jefe del Estado en España. El Rey rinde más y la monarquía funciona", reflexiona Javier López. "Y representa a todos", agrega la escritora montisonense.

Cuando repasan la formación que han recibido, Ana Hernández recuerda que son la primera generación que pudo llegar lejos estudiando en la escuela pública. Mientras ella estuvo en West Virginia, una compañera suya cursaba con el Príncipe Felipe un máster de Relaciones Internacionales en la Universidad de Georgetown y lo que los americanos veían como "exótico", ella cree que era "lo adecuado" para su función. "Hemos estado muy bien formados, nos han exigido mucho y hemos respondido. Por eso, a él le exigimos que responda", dice.

Al preguntarles si influye en las decisiones del Monarca el hecho de tener dos hijas, Javier López cree que no, porque "el sentido de la responsabilidad se lo da la institución". "En su casa hay una reina periodista y muy formada, que participará en esas decisiones", apunta Alberto Belsué. "Este Rey tiene ahora una función más clave que nunca, porque es el símbolo de la cohesión territorial de España y consigue que se pueda ser aragonés o catalán y a la vez español", defiende Luz Gabás.

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