Día gélido para Chaves y Griñán

Este miércoles ha dado comienzo el juicio a la "pieza política" del caso de los ERE.

El expresidente de Andalucía Manuel Chaves a su llegada a los juzgados, en una imagen de archivo
Día gélido para Chaves y Griñán
Efe

Un día frío, un ambiente gélido y decenas de medios de comunicación esperando es lo que han encontrado los expresidentes andaluces Manuel Chaves y José Antonio Griñán al llegar a la Audiencia de Sevilla para enfrentarse al juicio que les lleva al banquillo por la supuesta concesión irregular de los ERE.

Faltaban dos horas para el comienzo del juicio (10.00) y las vallas que cercan el edificio judicial y los focos de los medios de comunicación que ya hacían sus directos para televisión indicaban que el día de hoy no es uno más en la vida judicial andaluza.

Ha comenzado a juzgarse la denominada "pieza política" del caso de los ERE, la más mediática, la que por primera vez ofrece la imagen de dos presidentes socialistas andaluces sentados en un banquillo, rodeados por otros veinte ex altos cargos de sus gobiernos.

La expectación ante el "paseíllo" de los exdirigentes era máxima, pero sólo entre los medios de comunicación, ya que ni había protestas ni "curiosos" merodeando, quizás por las temperaturas, que no superaban los 5 grados en ese momento, aunque la zona delimitada tampoco hubiera permitido que se acercaran mucho a los acusados.

Chaves llegó a las 9.37, acompañado de su abogado, esbozó una leve sonrisa ante los medios de comunicación que le preguntaban cómo afrontaba el juicio y saludó antes de entrar en el edificio.

Le sucedió, como en el Gobierno andaluz, Griñán, que llegó apenas medio minuto después, también acompañado de su defensa y también sonriendo y saludando a los medios allí presentes, a los que dijo que estaba tranquilo pero que no iba a hablar.

Ambos habían llegado en coches separados y ambos optaron por el traje de chaqueta sin abrigo, a pesar de las bajas temperaturas.

Una vez dentro del edificio, tras pasar el control de seguridad, los dos expresidentes interactuaban, fuera del foco de las cámaras.

Antes de ellos habían ido llegando otros acusados, el primero de ellos el ex viceconsejero Agustín Barberá, sobre las 9.20 horas, y el último, apenas diez minutos antes de la hora de inicio, el ex director de Empleo, Francisco Javier Guerrero, el único que se paró brevemente ante los medios para responder sonriente a la pregunta de cómo estaba: "Con frío".

Otra de las imágenes de la llegada la dejó quien fuera mano derecha de Chaves, el exvicepresidente y exconsejero de Presidencia Gaspar Zarrías, que entró en el recinto conduciendo su propio coche, matrícula de Jaén, en el que también viajaba en la parte trasera la exministra y exconsejera Magdalena Álvarez.

Una vez dentro del edificio Zarrías se fundía en un abrazo con la exconsejera Carmen Martínez Aguayo, que había llegado mientras los periodistas estaban atentos al coche del exvicepresidente andaluz.

Entre ellos fueron llegando el resto, como los exconsejeros José Antonio Viera y Antonio Fernández, ex altos cargos que se alternaban en el "paseíllo" con abogados de otros casos e incluso con una señora en bata, pijama y zapatillas que salía del edificio.

A las 10.30 se sentó el tribunal en la sala y comenzaron a entrar los acusados, el primero de ellos Chaves, que se sentó en el centro de la primera fila. Le siguió Griñán, quien escogió el sitio de su izquierda, ya que no hay sillas asignadas específicamente.

Los dos conversaban e incluso sonreían mientras iba entrando el resto de ex altos cargos. En la primera fila están, además de ellos, Zarrías, Viera, Magdalena Álvarez, Martínez Aguayo y Vallejo, mientras que Guerrero se ha sentado justo detrás de los dos expresidentes.

A las 10.49 el juez ordenó cerrar la puerta de la sala. Tras casi siete años de investigación, ha comenzado el juicio de los ERE.

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